"Cuando yo iba a bailar, era cuestión de ir a escondidas. Te cuidabas de que no te viesen llegar ni salir; te daba terror que los familiares, compañeros del colegio o de trabajo te engancharan justo. Y los lugares a los que íbamos a bailar eran oscuros y escondidos. Todos sabían que existían y dónde estaban, pero nadie hablaba". Si no aclarase en el relato que iba a bailar, cuando Andrés Aurensanz (50) recuerda las épocas en que comenzó a salir pareciese estar hablando de un delito o de una actividad secreta. Pero simplemente relata lo difícil que era para una persona homosexual, hasta no hace mucho tiempo en Mendoza, poder vivir y disfrutar a pleno de lo que quería hacer.
"Visibilizarnos nos permitió llegar a donde estamos hoy -que ya no necesitamos ocultarnos-. Pero no fue fácil. Recuerdo que un día, hace 23 años y estando en democracia, entró al boliche la policía, se subieron a la barra y nos apuntaron a todos con escopeta. Nos hicieron separar entre chicos y chicas y pidieron los documentos. Eso pasó solamente porque era un boliche gay, jamás ocurrió algo así en otro boliche", dice Andrés, quien hoy trabaja en el boliche Queen y en un restaurante.
Ayer se conmemoró un nuevo Día Internacional del Orgullo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans), y en Mendoza referentes y colectivos están llevando adelante una serie de talleres y actividades. En Guaymallén, por ejemplo, participaron de un encuentro y comenzaron a rodar un corto que verá la luz el 15 de julio, precisamente cuando se cumpla el séptimo aniversario de la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario.
“Se ha avanzado un montón en lo que a respeto y tolerancia se refiere, sobre todo con la Ley de Matrimonio Igualitario y la de Identidad de Género. Pero todavía hay algunas deudas, como es la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral (está promulgada hace 11 años). Otra deuda es la del cupo trans para los puestos laborales en empresas e instituciones del Estado”, destaca Macoco Guajardo, integrante de la asociación Mendoza LGBT y de la Federación Argentina LGBT.
Mucho por hacer
De la misma manera en que Aurensanz recerda el “riesgo” que implicaba salir a bailar hace 3 décadas en un boliche gay, también reconstruye cómo por aquellos años varios jóvenes se “plantaban” a esperar en la puerta de esos locales para agredir a quienes iban al lugar. “Venimos de una cultura del miedo. Y si bien se ha avanzado mucho, aún quedan algunos esbozos. El año pasado un chico de 19 años que conozco le confesó a su padre que era gay, y lo primero que hizo el hombre fue preguntarle si buscaban a un sacerdote o a un psicólogo para ‘curarlo’. Inentendible”, reflexiona.
Andrés dice que no ha sido fácil poder avanzar, aunque destaca que afortunadamente la sociedad mendocina y argentina se han ido abriendo. "Todavía siguen existiendo los encasillamientos. Desde lo legal se ha avanzado mucho, y tenemos que hacernos amigos del tiempo y los cambios. Afortunadamente hoy los chicos gozan de más libertades, no se esconden ni ocultan a dónde van. Y a eventos como la Vendimia para Todos asisten multitudes, ya sea LGBT o hetero", sintetiza.
“Es muy común escuchar planteos del tipo ‘¿por qué no se hace el día o marcha del orgullo hetero?’. Pero a nadie le bajan propaganda o lo critican en un vestuario por ser heterosexual. Y nunca hubo impedimentos para que los hetero se casen”, resume.
Guajardo destaca que a partir de la década del ‘60, con la agrupación Nuestro Mundo, el movimiento LGBT en Argentina comenzó a tomar notoriedad. Tras haberse acallado el activismo en los ‘70 con la dictadura militar, en los’'80 hubo un resurgir de la mano de Carlos Jáuregui y la CHA (Comunidad Homosexual Argentina). “Al principio había dos tipos de lucha: por la conquista de derechos y por la supervivencia. Suena extraño, como si se tratara de una guerra. Pero así era”, rememora Guajardo.
“En 2002 en la Ciudad de Buenos Aires se asentó un precedente judicial con la autorización de la unión civil de dos personas del mismo sexo. En 2005 se promulgó la ley de Matrimonio Igualitario en España, y en 2006 empezamos a organizarnos en Argentina y a soñar con la ampliación de derechos. El 15 de julio de 2010 Argentina se convirtió en el primer país de América Latina en contar con ley de Matrimonio Igualitario, y en mayo del 2012 se aprobó la ley de Identidad de Género”, recapitula Guajardo.
Respecto a esta última norma, se detiene en la importancia de que cualquier persona pueda cambiar su género según su autopercepción, independientemente de la genitalidad y sin necesidad de llegar a judicializar el caso.
El conocido productor Gabriel Canci es otro de los protagonistas del corto “Nuestra historia, nuestro orgullo. Historias de la diversidad sexual en Mendoza”. “El Orgullo festeja las cosas que se han logrado y alcanzado, para lo que tuvimos que recorrer un camino muy grande. Vivimos en una sociedad que fue educada para que se piense mal de lo que sentíamos, incluso nosotros mismos. Creo que eso ya pasó y hoy estamos en un momento distinto. Si hace 15 años nos decían que dos personas del mismo sexo se iban a casar, decíamos que era una locura”, destaca Canci, uno de los propulsores de la fiesta de la Vendimia Gay.
"Vivimos en una sociedad educada para que se piense mal de lo que sentíamos, incluso nosotros mismos", dice Gabriel Canci, uno de los protagonistas de "Historias de la diversidad sexual en Mendoza".
El caso Higui
El caso de Analía 'Higui' Dejesús (42) se convirtió en una bandera del reclamo por el respeto y la diversidad sexual en Argentina. Esta mujer bonaerense estuvo detenida luego de que asesinara a un hombre con un arma blanca. El detalle es que la víctima fatal había atacado a Higui junto a una patota, con la intención de violarla por la orientación sexual de la mujer (es lesbiana), y Dejesús se defendió. Si bien fue liberada hasta tanto culmine la investigación, permaneció varios días tras las rejas; y su nombre, junto al pedido de libertad y justicia, resonó en todo el país el último mes.
"Lo que pasó con Higui pasa a diario con las lesbianas (sin necesidad de llegar a ese extremo), y es una cuestión que tiene el macho agresivo. Si con la mujer es agresivo, con la mujer lesbiana es más agresivo aún. Porque cree que la lesbiana viene a provocarlo, a competir con él. Suelen insultarnos diciendo que somos 'malcogidas' porque no hemos 'probado al macho'. Hay más saña en la agresión", destaca Roxana Orellana (43), quien es productora de la Fiesta Ro. Este evento se ha convertido en una referencia y punto de encuentro social dentro del colectivo LGBT en Mendoza.
“Si para la lesbiana y el gay es difícil, ni hablar para la mujer trans. El camino no está tan abierto. Afortunadamente hoy las generaciones jóvenes tienen más frescura y son más desprejuiciadas. Hemos evolucionado muchísimo, antes no podíamos tomar ni un café en un bar porque nos echaban”, cierra Orellana.
Por qué se celebra el Día del Orgullo LGBT
El delegado regional del Inadi, Daniel Di Giuseppe, explicó que cada 28 de junio se conmemora el Día del Orgullo LGBT a raíz de un levantamiento social ocurrido en un bar gay de Stonewall (Nueva York) en 1969. Hartos de las redadas policiales en el lugar, un grupo de personas se manifestó con la intención de hacer valer sus derechos. "En 1970 se hizo la primera marcha internacional, y actualmente juntan a una multitud en todo el mundo. Se celebra el orgullo como respuesta política a tantos años de vergüenza y ocultamiento", explicó Di Giuseppe.
"Desde el 2010 las conquistas han sido muy importantes, ya que se permitió visibilizar algo que siempre existió. Las deudas quizás pueden ser la aplicación de la Educación Sexual Integral, la problemática del suicidio adolescente -que se da de forma alarmante precisamente en el despertar sexual- y los derechos para las chicas trans", acotó a su turno el coordinador del Ámbito de Inclusión Ciudadana y Nuevos Derechos de Guaymallén, Gustavo Bruno. Es él quien está coordinando el corto que se filma.