El Mundial Brasil 2014 tendrá un dispositivo de seguridad compuesto por 170.000 agentes a lo largo de sus doce sedes, con un costo estimado de 870 millones de dólares, magnitud inédita en la historia de la competencia.
Del total de los afectados, unos 57.000 corresponderán a las Fuerzas Armadas, que tendrán a su cargo el patrullaje en las ciudades anfitrionas y la conformación de un cuerpo especial para situaciones de emergencia.
El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff asignó unos 36.000 militares del Ejército, la Marina y la Aeronáutica para tareas de rastreo y cuidado de las instalaciones en las que se desarrollará el Mundial, que comenzará el 12 de junio en San Pablo y terminará el 13 de julio en Río de Janeiro.
Además, 21.000 hombres conformarán la "Fuerza de Contingencia", un grupo especializado que se concentrará en los cuarteles y sólo actuará en ocasiones límites.
El programa estipula además la fiscalización del espacio aéreo, la defensa de estructuras estratégicas, el control de explosivos, la vigilancia en las fronteras, el combate al terrorismo y el alerta a posibles amenazas cibernéticas, químicas, biológicas, radiológicas y nucleares.
La tecnología es el eje central sobre el que se articula el operativo, que tendrá su comando central en Brasilia y recibirá información desde todas las sedes a través de un software.
Los doce estadios mundialistas, sus adyacencias y los "Fan-Fest" montados en cada ciudad estarán monitoreados por video.
La seguridad se tornó un tema prioritario para Brasil luego de las manifestaciones violentas que ocurrieron el año pasado durante la Copa de las Confederaciones, protagonizadas por quienes se oponen a la inversión pública en el Mundial.
La visita de hinchas violentos también preocupó a las autoridades de seguridad brasileña, que se contactaron con sus pares de Argentina, Alemania, Estados Unidos e Inglaterra, entre otros, para avanzar en la prevención de incidentes.
Tras gestiones bilaterales, Argentina se comprometió a brindar las listas con los nombres de los barras que tienen previsto viajar a Brasil.
Los recursos dispuestos en materia de seguridad para el Mundial superarán con holgura a los 25 mil agentes desplegados para la Copa de las Confederaciones del año pasado y a los 11 mil encargados del cerrojo durante la visita del papa Francisco a Río de Janeiro.
Además, respecto del Mundial Sudáfrica 2010, el operativo tendrá un incremento estimado del 22 por ciento en recursos humanos, ya que fueron 140.000 los efectivos que velaron por la seguridad en el país africano.