El objetivo es llegar a octubre pero sin plan - Por Rodolfo Cavagnaro

El gobierno sólo intenta mantener controladas las variables monetarias y cambiarias hasta que pasen las elecciones.

El objetivo es llegar a octubre pero sin plan - Por Rodolfo Cavagnaro
El objetivo es llegar a octubre pero sin plan - Por Rodolfo Cavagnaro

El gobierno está viviendo un escenario de nervios a medida que pasan los días y se acerca el cronograma electoral. En tanto, van apareciendo noticias negativas sobre la economía, las encuestas empiezan a poner más en duda las posibilidades de reelección de Mauricio Macri y enfatizan  acerca de quiénes podrían sucederlo. El tema es que mientras todos los técnicos se cansan de explicar que hay que bajar el gasto público, los opositores sostienen que hay que aumentarlo y ya imaginan nuevos impuestos.

El ministro Dujovne, mientras tanto, le elevó un informe muy optimista al Presidente, anticipándole que ya se notarán mejoras en el consumo en el mes de abril, cuando más 17,5 millones de jubilados y beneficiarios de planes sociales comiencen a percibir los aumentos de sus haberes. Es que a partir de ese mes recibirán un aumento del 11,83% y en junio otro de 10,8%. Ambos dan acumulados un incremento de 23,9%, unos $ 2.400 más mensuales en las jubilaciones mínimas.

Aunque las expectativas de inflación se han vuelto altas, en Economía aseguran que este aumento será muy superior a la inflación acumulada hasta ese momento, lo que implicará una recuperación, al menos parcial, del poder adquisitivo de este sector.

Presiones sobre la inflación

La mayor presión sobre los precios la han tenido los aumentos de los precios regulados, especialmente los de los servicios públicos, costo que el gobierno asume porque implica dejar de pagar subsidios para sanear la caja del Estado. Pero eso, a la larga o a la corta, también impacta en todos los precios de la economía y el efecto arrastre se produce en varios meses. Pero a esta suba se le adicionó un fuerte alza en el precio de la carne, por efecto del aumento de casi el 50% del precio del ganado en pie, que se ha trasladado a las góndolas solo en un 25%, porque la caída del consumo hace que los comerciantes del rubro no quieran impactar de lleno en el bolsillo de los consumidores. Algunos funcionarios buscaban en la carne la excusa para justificar mayores aumentos, pero implica un desconocimiento del funcionamiento de este mercado. La realidad, la vaca no tiene la culpa.

El sector ganadero había experimentado una brusca caída del stock en los años del kirchnerismo y se encaminaba a recuperar de a poco una producción que permita crecer en exportaciones y abastecer el mercado interno. Pero entre el año pasado y este año tuvieron sequías y luego inundaciones, además del crecimiento de los costos internos, entre ellos el del maíz. Hoy se ve un aumento de la faena donde se incluye un mayor porcentaje de hembras, lo que significa que se está liquidando stock.

Es que las altas tasas de interés hacen imposible hacerse de capital de trabajo a costos razonables y los productores prefieren vender animales antes que endeudarse. Además, los aumentos de los impuestos y de los costos de transporte impactan para que los precios no bajen a pesar de la mayor oferta.

Las expectativas de mercado, con estos datos, están marcando un nivel cercano al 4% para febrero, del 3% para marzo y abril, como mínimo. Estas expectativas son las que presionan sobre la tasa de interés, que el BCRA debió subir para evitar una fuga hacia el dólar. No obstante, en el gobierno calculan que a partir del 15 de marzo comenzarán a ingresar los dólares de las exportaciones de maíz y soja, y eso se extenderá hasta julio, lo que garantizará buena oferta de dólares en un mercado al que le faltan pesos.

El gobierno intenta dar respuesta a muchas de las demandas de los distintos sectores y parece que ha privilegiado el consumo. Con la actual capacidad instalada industrial ociosa, es posible que haya una reactivación sin esperar inversiones, pero puede generar mejor humor social. Por esa razón, además, de los aumentos que recibirán los jubilados, ya han anotado que muchos gobiernos provinciales están ofreciendo a sus empleados aumentos ajustados por inflación, lo que evitaría nuevas pérdidas de poder adquisitivo.

No se están poniendo topes en las paritarias y os planes de financiamiento para pymes a tasa subsidiada entran dentro de estas ideas. Todo está puesto en función de llegar sin mayores complicaciones a las elecciones de Octubre pensando en que el Presidente Macri logrará la reelección, aunque en segunda vuelta. Toda esta incertidumbre, incluso, produce quiebres internos entre los socios de Cambiemos y hasta conflictos entre distintas alas del gobierno, una más técnica y otra más proclive a dejar rodar el gasto.

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