Seguramente la noche del viernes no fue una más para Rodrigo Rey.
Es que el Gato Oldrá le comunicó que iba a ser titular frente a Vélez -debut en Primera División- remplazando a Sebastián Moyano, su compañero de habitación en las concentraciones. “Tengo una gran relación con él, más allá del fútbol”, aclara el uno tombino sobre el pibe de Rivadavia.
El arquero, nacido en Las Parejas (Santa Fe), mostró buenas y malas, aunque resultó decisivo con una tapada tremenda a Milton Caraglio sobre el final del partido que posibilitó mantener el empate. “La verdad es que cumplí un sueño. Tengo 24 años y hacía mucho tiempo que tenía ganas de estar dentro de una cancha. Creo que las cosas salieron bien, aunque hay que ir por más”, cuenta el guardameta.
Rodrigo vivió una situación atípica, teniendo en cuenta que muy pocas veces se cambia un arquero por bajo rendimiento. “El fútbol es así, cuando no salen las cosas el primero que las paga es el arquero. Son decisiones del entrenador. Oldrá es el encargado de determinar quién juega desde el arranque”.
El segundo gol de Pavone- rechazo corto de él- lo había dejado con bronca, pero se reivindicó frente al otro atacante de Vélez. “Estaba molesto porque estábamos jugando bien. Es una racha mala en la que no ligás una. Después, en la jugada con Caraglio, no creo que el empate fuera mío. En realidad son errores que cometemos y que se pagan caro. Son distracciones que terminan en goles. Esto en Primera División no debe ocurrir”.
Desde que llegó al club, Rodrigo estuvo siempre un paso atrás de Moyano, algo que se modificó a partir de este compromiso. “No es fácil estar afuera. Yo estuve en River y Newell's y siempre la luché desde abajo. Hoy Godoy Cruz me da la posibilidad de jugar y estoy agradecido. No hay que bajar nunca los brazos”.