El nuevo presidente surcoreano, Moon Jae In, dijo ayer tras asumir el cargo, un día después de ganar las elecciones, que está dispuesto a visitar Pyongyang, si se dan las “circunstancias”, en un contexto de tensiones en la península.
Moon, de 64 años y más bien de izquierda, es un veterano defensor de los derechos humanos, y ya había expresado que era favorable a un acercamiento menos conflictivo con el norte.
Tras ganar unas elecciones anticipadas debido a la salida de Park tras el juicio en su contra por corrupción, Moon prometió que iba a trabajar por la paz en la península.
“Si es necesario voy a viajar a Washington inmediatamente”, dijo en relación a la subida de las tensiones por el programa armamentístico de Corea del Norte. “Yo voy a ir a Pekín y Tokio e incluso a Pyongyang si las circunstancias son adecuadas”.