El nuevo escenario para un PJ que busca su reconstrucción

Con su abandono del poder, el hasta hoy oficialismo comienza a debatir su estrategia para recuperar todo lo que perdió en 2015.

El nuevo escenario para un PJ que busca su reconstrucción

El día más esperado por muchos, menos por el peronismo, finalmente llegó. Hoy el PJ gobernante dejará lugar para que asuma el radical Alfredo Cornejo y deberá ponerse el traje de opositor, pero también -y quizás lo más importante en esta etapa- deberá iniciar el camino de la reconstrucción partidaria tras uno de los peores años en su historia provincial.

Es que luego de nueve derrotas consecutivas, sin liderazgos de fuste en el horizonte inmediato y sin una referencia nacional de peso como la que tenían hace cuatro años atrás, hoy el justicialismo local debe parar para ver y tratar de reconstruir “casi desde cero” todo lo logrado tras 8 años en el poder.

Pero para que ello ocurra, primero debe hacer la catarsis necesaria, algo que aún no ha sucedido. “No hemos empezado aún”, aseguró uno de los principales dirigentes que, al igual que varios de sus pares, justificó esa falta de discusión en que “todavía se está gobernando” y en que “se ha estado prácticamente todo el año en campaña”, para participar en las sucesivas elecciones que los dejaron perdidosos.

Otros recién ahora comienzan a advertir la situación política que se les viene. “Aún no reaccionamos, no nos salta la ficha de que desde el 10 no vamos a tener nada”, dijo un ex legislador nacional.

Por el momento, muy pocos aceptan hablar en “on” y prefieren el “off the record” para referirse a la situación interna. Algunos exigen “que los que tienen que hacerlo, den un paso al costado”, pero todos aseguran que “nadie hará nada para echar a nadie”, aunque no pueden silenciar el deseo oculto de que así ocurriera.

Por eso lanzan alguna queja al aire. “No será fácil reconstruir el peronismo después de que nos han dejado en una situación de rechazo social”, dice otro de los peso pesado del PJ, que no tiene empacho en asegurar que “no todos son lo mismo” y en ese sentido pondera el trabajo de algunas intendencias sobre otras y sobre la provincia: “Ahora se puede comparar. Algunos demuestran una administración responsable, seria, hay algunos municipos sin corrupción y con el apoyo de los vecinos”.

De todos modos, una coincidencia inicial es, al menos hacia afuera, no buscar responsables directos. El mismo gobernador Francisco Pérez dijo días atrás que a él le toca “sólo una parte de la responsabilidad”, recordando que perdieron “la provincia, varios municipios y el país”, y no hay quien lo contradiga por el momento.

Es cierto que Pérez es uno de los más buscados, junto a los ex intendentes de Guaymallén, Luis Lobos, y Luján, Carlos López Puelles, al momento de echar culpas, pero también la mayoría acuerda en que se debe apuntar al diálogo para reconstruir el partido. “Se necesita una discusión seria y de todos los sectores”, dijo otro de los consultados.

En busca de un líder
En consecuencia, todos buscan entonces qué camino tomar, conscientes de que los resultados no serán inmediatos. Hay quien dice que deberán pasar "por lo menos dos años", es decir, cuando la próxima elección legislativa para evaluar las estrategias que ahora deben diagramar. En esa votación también hay quien cree que "aparecerá el líder que se necesita" para encaminar al movimiento.

Pero estas aseveraciones son sólo especulaciones por ahora. Si bien todos aseguran que, dado el concepto verticalista del PJ, “es necesario un líder”, sobre todo ante la falta de alguien que reemplace lo que fue en los últimos años Cristina Fernández y, en el caso particular de Mendoza, de alguien como Juan Carlos Mazzón, que para muchos, sobre todo los del sector Azul “ha dejado un vacío más que grande”.

Por eso, más allá de que algunos comienzan a intentar ocupar espacios, como el caso de Omar Félix, quien hasta prácticamente se viene a vivir a la Capital para comandar desde el sector de Integración; u otros, desde alguna intendencia, como Jorge Omar Giménez, se muestran como referentes de fuste, nadie habla aún de liderazgos naturales.

Es más, hay quienes esperan, no con cierta melancolía, el surgimiento de una persona joven que sepa construir poder como lo hizo, hace 30 años atrás José Bordón, al frente del Peronismo Renovador. “Los que ya peinamos canas, tendremos 55 años dentro de cuatro, difícilmente podamos ser líderes”, dijo uno.

Se viene la interna
En el peronismo, la premisa de que "el que gana conduce y el que pierde acompaña" suele cumplirse a rajatabla y puede que ésta no sea la excepción. Es que no son pocos los que creen que los 6 intendentes ganadores, acompañados por los legisladores nacionales y provinciales, deberían, en principio, conformar una especie de "mesa chica" de decisiones.

De hecho, ni  bien iniciada la larga transición, algunos referentes territoriales, como Giménez, de San Martín, o Alejandro Bermejo, de Maipú, pusieron pie en la Legislatura y en la Casa de Gobierno para “asesorar” a los legisladores y a Pérez, en diversos temas. Aunque hay voces que no olvidan que algunos de ellos -como Bermejo, entre otros- promovieron el desdoblamiento que inició la debacle electoral de este año.

Pero más allá de esta especulación, están los que reclaman como necesidad inmediata, una nueva elección interna de autoridades. El propio Pérez, todavía presidente del partido, lo confirmó días atrás. “Trabajaremos para que a principios del año que viene se llame a elecciones internas”, dijo el hasta hoy gobernador.

La fecha sería abril, 6 meses antes de que finalice el mandato partidario de Pérez y Carlos Ciurca, aunque se dice que “desde enero” comenzarán las conversaciones. Y la mayoría aseguró que será necesario “que haya una elección”, y no un acuerdo partidario.

Optimismo con todos los sectores "adentro"

Otra coincidencia de todos los que opinaron sobre el futuro del PJ fue que “en la última elección casi el 43% de la población apoyó al justicialismo”, situación que los envalentona hacia el futuro.

Se refieren al resultado logrado por Daniel Scioli en Mendoza en la segunda vuelta, aunque en junio, en la provincial, el FpV logró el 39,3% y en la presidencial del 25 de octubre, logró 31,3%. “Con más del 40%, y con todo lo que ha pasado, la gente nos sigue apoyando”, dicen entusiasmados.

Por eso buscan que estén “todos los sectores internos” inmersos en esta reconstrucción, olvidando viejas rispideces, sobre todo con el kirchnerismo más duro, ese que representa La Cámpora y que hoy, con Anabel Fernández Sagasti, tiene una legisladora nacional. “Ellos también tienen que estar, pero que sean orgánicos”, dicen algunas voces que toman distancia de la experiencia K.

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