Vecinos y familiares directos de Norma Sibilla, periodista de este diario en los años ‘60 y ‘70, plantearon su extrañeza por la ausencia del nombre identificatorio del gimnasio municipal del barrio Ujemvi. Norma falleció en 1993 y un año después, en diciembre de 1994, se colocó su identidad a las instalaciones deportivas del lugar.
Los hijos de la redactora, Sergio y Fernando Morán, fruto de su matrimonio con otro periodista, Rafael Morán, señalaron que hace tiempo que falta “el cartel de mamá en esas instalaciones”.
El homenaje a Sibilla se propició por dos vertientes: por un lado, debido a su destacada trayectoria profesional, y también por su militancia en el vecinalismo, ya que fue presidenta de la Unión Deportiva, entidad que propició la creación del polideportivo, y fue el antecedente de la unión vecinal. Corrían los primeros años de la democracia.
La redactora era muy conocida en la barriada, donde estaba su hogar. La unión vecinal pidió rendirle un reconocimiento designando con su nombre al gimnasio municipal N° 5. La iniciativa prosperó con la conformidad del entonces intendente Guillermo Amstutz.
En la placa de reconocimiento se leía: “El barrio Ujemvi en homenaje a Norma Sibilla, primera presidenta de la cooperadora. Con el reconocimiento y la memoria de nuestros niños y jóvenes”.
Últimamente, los gimnasios municipales lasherinos fueron reconvertidos en centros deportivos, recreativos y sociales (Cedrys) y al del barrio Ujemvi le correspondió el N °19.
En 2011, se advirtió que el centro deportivo, tras una transformación en obras y ampliación de servicios, había perdido la identificación con el que se lo conocía.
La unión vecinal, que preside Cristina Victoria Gómez, gestionó a través de notas remitidas al Área de Deportes del municipio la reposición del cartel exterior y de la placa. Así fue el tenor de una nota enviada a la oficina municipal el 22 de abril de 2011. Sin embargo, dice que no hubo respuesta.
Por contraste, y sin que implique una crítica, otras entidades del contorno conservan los nombres que recibieron por decisión del vecindario, como el Centro Cultural y Social León Gieco y la plaza Tomás Rodríguez, en este último caso en recuerdo de un niño de 12 años que murió electrocutado en el polideportivo, en 2008.
Consultado el municipio por la identificación ausente, voceros de la Intendencia señalaron que el complejo se sigue llamando Norma Sibilla. Confirmó que con el cambio de estatus de las instalaciones y por los trabajos que se ejecutaron, se retiró el cartel y se preservó la plaqueta del robo o el vandalismo.
La misma fuente aseguró que lo mismo ha ocurrido con los Cedrys N° 13 y N° 17, que no han perdido la denominación originaria de Club Andino y La Góndola, respectivamente. “Con intervención del Concejo Deliberante, la identidad del lugar volverá a ser la que se impuso en 1994”, mencionaron en la Municipalidad.
Por su parte, Morán, ex corresponsal de Clarín en Mendoza, comentó que le parecía que “el municipio se ha tomado mucho tiempo en los trámites que argumenta se necesitan por los cambios de categoría de las instalaciones”. Y añadió: “Un cartel, con un nombre, en una sede oficial, es un sencillo documento para la historia barrial y provincial. Los jóvenes, que no conocieron a Norma, perderán la curiosidad por saber quién fue”.