Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía en 2001, afirmó hoy que la herencia de Mauricio Macri es "mucho peor" a la dejada por Cristina Fernández en 2015 y aseguró que el ministro de Economía, Martín Guzmán, es el "hombre indicado" para gestionar "el peor de todos los mundos posibles".
“Dado el desastre que Macri le ha entregado a (Alberto) Fernández, no hay balas mágicas. Es más fácil decir qué no hacer. Como lo expresó Fernández, uno no resuelve un problema de deuda excesiva asumiendo más deuda”, dijo el economista estadounidense al respaldar la estrategia oficial para renegociar con el FMI y los acreedores privados.
Según opinó en una columna publicada por el diario inglés The Guardian, Fernández y Guzmán parecen estar formulando un programa de moderación, evitando los extremos del pasado. "A diferencia de la agenda de Macri, el programa Fernández no se basa en grandes apuestas y en ilusiones sino en las duras realidades de la situación que ha heredado".
Afirmó en ese sentido, que los cambios que se están aplicando “representan la mejor oportunidad de Argentina para lograr la restauración gradual del crecimiento. Obviamente, mientras más asistencia pueda brindar la comunidad internacional, más rápida y robusta será la recuperación”.
Elogios a su discípulo
Stiglitz dijo que por haber nombrado a Guzmán como ministro, Fernández ha tenido “un buen comienzo” para enfrentar los problemas económicos del país. “Guzmán, con quien he trabajado con frecuencia en los últimos años, es uno de los principales expertos mundiales en deuda soberana, lo que lo convierte en la persona correcta en el lugar correcto en el momento correcto”.
Tras asegurar que el plan del Gobierno anterior “no funcionó” y, a medida que las cosas iban de mal en peor, Macri agravó los errores. “Se hicieron esfuerzos de esterilización equivocados para prevenir la inflación, lo que generó un sobreendeudamiento”.
Ahora, según el estadounidense, hay que administrar “el peor de todos los mundos posibles estaba pronto a la mano: más inflación (alcanzando casi el 60% en el año en curso), un mayor desempleo (ya a doble dígito y en aumento) y la reimposición de los controles de cambio, por cuya eliminación Macri había sido elogiado al comienzo de su administración como la piedra angular de su política económica”.
“Como resultado, Fernández hereda una situación económica mucho peor que la que enfrentó Macri: mayor inflación, mayor desempleo y ahora, una deuda más allá de la capacidad de servicio de Argentina. Duplicar una política fallida no funcionará; ni volverá a lo que lo precedió. Por eso es tan importante que Fernández haya designado a un economista brillante y conocedor que combine la energía juvenil con una sabiduría mucho más allá de sus 37 años”, escribió Stiglitz.