El bebé más prematuro que hasta la fecha ha nacido en Europa acaba de cumplir ocho años y goza de buena salud, confirmaron desde la Clínica de Medicina Infantil y Juvenil de la ciudad alemana de Fulda que trató el caso.
La pequeña Frieda vino al mundo en 2010 tras tan solo 21 semanas y cinco días de gestación. Habitualmente, un embarazo es de 40 semanas.
A pesar de que el suyo fue un nacimiento extremadamente prematuro y que tan solo medía 26 centímetros y pesaba 460 gramos, la niña ha logrado crecer sana y desarrollarse mucho mejor de lo que los médicos esperaban en un inicio.
"Es casi un milagro, que esté tan sana y que sea tan despierta", señaló el director de la Clínica de Fulda, Reinlad Repp.
A sus ocho años recién cumplidos, Frieda pesa 17 kilos y mide 115 centímetros, unos valores inferiores a los que de media tienen los niños de su edad.
"Come poco y tiene problemas para mantener la atención y para permanecer sentada durante un largo rato", señaló su madre destacando que era una niña muy inquieta.
"Es una niña muy despierta y alegre que nos hace muy felices", agregó la progenitora.
Es poco habitual que los niños tan prematuros se desarrollen tan bien como Frieda.
Normalmente padecen daños permanentes, por ejemplo, en el sistema respiratorio o digestivo.