"Tomorrow never waits" advierte desde los carteles el eslogan de una de las más de 2.200 empresas que participan en el Mobile World Congress (MWC) 2016, que empezó ayer y se extenderá hasta el jueves. Esa frase bien podría usarse para toda esta megaferia tecnológica que ha adoptado a Barcelona como su sede: el futuro nunca espera, está acá.
El congreso es organizado por los grandes operadores de telefonía móvil y además de ser una exposición de la última tecnología que se ha desarrollado para los celulares y todo el universo que se desprende ahora de su uso, también es una buena oportunidad de empezar negocios o al menos mostrarse y hasta de hacer lobby: ayer, dos ministros del Gobierno nacional se pasearon por el lugar y tuvieron encuentros con directivos de las empresas: el titular de la cartera de Comunicaciones, Oscar Aguad, y el jefe del nuevo Ente Nacional de Comunicaciones (que remplaza a la Afsca), Miguel De Godoy.
Si hay algo que sobra en el ambiente de las telecomunicaciones es el optimismo: todos coinciden en que esta industria no tiene techo y a diferencia de otros rubros, sobre todo los de la alicaída economía mendocina, acá todos hablan de crecimiento.
Por eso, en los pasillos del MWC cada empresa compite por destacarse y obviamente las que más lo logran son los gigantes de la tecnología: están representadas todas las marcas que pueden encontrarse en cualquier casa de electrónica en la Argentina y muchos más. Hay una sola de las grandes que no está: Apple. La empresa creada por Steve Jobs prefiere sus exclusivas presentaciones a este tipo de eventos "ajenos".
En la previa del encuentro, Samsung, LG y Alcatel presentaron sus nuevos celulares topes de gama y Huawei una nueva tableta. Y esos productos son las estrellas en sus stands.
Aunque los que ayer se chocaban en los pasillos no solo querían ver esas novedades. Motorola supo cómo captar la atención poniendo a sus promotoras a demostrar cómo es posible arrojar con toda la fuerza contra el piso el conocido Moto X sin que se rompa o meter un Moto G en el agua sin que muera en el intento.
En el MWC son protagonistas los fabricantes de móviles y las empresas que prestan el servicio de telecomunicaciones, pero son muchas las empresas satélites presentes, desde los que proveen procesadores y software para los dispositivos hasta los creadores de aplicaciones y diversos servicios vinculados.
Aunque la mayor sorpresa este año no estuvo en los dispositivos presentados, una evolución de modelos anteriores, sino que las miradas apuntaron al auto "autónomo", que se manejará solo, como aquel de la serie "El auto fantástico" y en el que mucho tendrá que ver la tecnología desarrollada a partir de los móviles.
El mejor ejemplo de ese proyecto cada vez más cercano que se vio es el Mercedes Benz F015, que se robó la atención de todos. Mucho más lujoso que el más avanzado autónomo de Google, el prototipo de la automotriz alemana es de cuatro plazas y tiene una suerte de pequeño volante que no está destinado precisamente a que lo use un conductor.
A bordo de este auto todos serán pasajeros (hay dos butacas delanteras y dos traseras, pero enfrentadas, como en los trenes) en un lujoso habitáculo que incluye pantallas integradas en lo que hasta hoy son los paneles interiores de las puertas.
Aunque hablando de autos, son muchas las empresas (terminales automotrices asociadas a proveedores de software) que muestran cómo se pueden integrar los autos al mundo digital y los servicios que estos pueden prestar, gracias a la conexión con internet o un dispositivo móvil. Hay experiencias en autos de lujo hasta en un utilitario.
Nokia montó una suerte de pista (como la vieja scalextric) en la que varios autos andaban solos, sin comando alguno, sin chocarse y frenando cuando el anterior lo hacía o había peligro de choque en el cruce del "8". Pretendía con ello mostrar cómo pueden funcionar los autos en el futuro, sobre todo a partir del 5G, un proyecto cada vez más cercano y que algunos esperan poner en marcha el año próximo.
El encuentro se hace en el Fira, un gran predio situado en las márgenes de la ciudad que adoptó a Lionel Messi como propio, y son alrededor de 80 mil los acreditados, que antes han debido acreditarse y pagar desde 750 a 3.000 euros (según el nivel de acceso) por estar.
Tanta gente en temporada baja es una "invasión" bienvenida por los hoteles y restaurantes de Barcelona, que vive por estos días un amable invierno y un debate permanente por la autonomía.
De hecho: el domingo algunas decenas de los que se oponen a la separación se concentraron en plaza España con banderas del país que quieren seguir integrando, mientras los colores de Cataluña cuelgan de muchos balcones y dejan en claro un amplio apoyo a la escisión.
Pero más allá del clima, la política interna y las novedades tecnológicas, la figura de estos días es Mark Zuckerberg, que apareció el domingo sorpresivamente en la presentación del Samsung S7 promocionando su aplicación de realidad virtual (negocio del que participa) y ayer cerró la primera jornada del MWC hablando de lo mismo en una conferencia.
Él, entre tanto, busca mostrarse despreocupado y hasta difundió una foto suya corriendo por la plaza Sagrada Familia, frente a la inspirada catedral diseñada por Gaudí.
Educación, un reclamo a los gobiernos
La apertura formal fue ayer y estuvo a cargo de las cabezas de GSMA (la asociación organizadora), las dos principales operadoras del mundo (China Mobile y la británica Vodafone) y la "anfitriona" Telefónica.
Fue César Alierta, CEO de la empresa española con fuerte presencia en toda América Latina, el que abrió los discursos haciendo foco en el impacto en la educación y la inclusión de esta tecnología y aseguró que el 65% de los niños que comienzan hoy la escuela primaria se acabará desempeñando en un puesto de trabajo que todavía no existe, por lo que habló de la necesidad de un cambio de modelo educativo y reclamó a los gobiernos que vean el potencial del mundo digital y modifiquen los marcos regulatorios con las mismas reglas para todos los actores del mundo digital.
Sus colegas Shang Bing (China Mobile) y Vittorio Colao (Vodafone) mostraron todas proyecciones en alza de acá hasta 2020, cuando ya estará entre nosotros el 5G.