Faltan horas para las vacaciones de invierno y el entusiasmo de los chicos contrasta con los ánimos del sector turístico, que prevé un movimiento menor y más "gasolero" que el de otros años.
En los centros de nieve, un clásico de esta época, los niveles de reservas no son los esperados. Según los operadores, esta vez el gran escollo será la gran cantidad de argentinos que viajaron a los partidos del Mundial. Pero también culpan al deterioro de los salarios y a cómo se encarecieron los viajes al exterior. Por eso, ahora, los descuentos son el recurso para intentar ocupar las habitaciones vacías.
"No serán unas súper vacaciones", define Tomas Ryan, desde la agencia Ryan's Travel. "El turismo al exterior -explica- cayó más del 60% por la diferencia cambiaria y los recargos. Y en el país los precios están altos para las familias. Muchos, además, acaban de gastarse el dinero y los días de vacaciones en viajar al Mundial". Por eso, prevé que este año más gente opte por "escapadas" improvisadas, de menos días y destinos cercanos como la Costa Atlántica o Entre Ríos.
En la agencia Asatej.com también describen estas vacaciones como "atípicas" porque en junio y julio "el Mundial acaparó todos los planes" y la demanda desbordó la oferta para destinos como Río de Janeiro, San Pablo y Brasilia, donde se jugaron los partidos. De hecho, Argentina fue el equipo que más turistas llevó a Río durante el torneo.
"El Mundial sacó el foco de la gente de las vacaciones de invierno. Tuvimos la misma cantidad de consultas para Río que para el conjunto de los destinos internacionales comúnmente buscados, como Nueva York, Miami y Madrid", cuenta Rodolfo Anselmo, jefe de Comunicaciones de Asatej. Dentro del país, los destinos con mayor demanda fueron Bariloche, Iguazú y Buenos Aires.
Capital, Buenos Aires, Chaco y Santa Cruz serán el lunes las últimas provincias en entrar en vacaciones; el resto ya lo había hecho esta semana o la anterior. Y con respecto al turismo, las expectativas varían según el destino. En Mendoza, las reservas están el 62% y se estima una caída del 25% en la demanda frente a 2013. Tandil y otras localidades serranas bonaerenses tienen reservadas el 50% de las plazas. En Bariloche la ocupación ronda el 65%, cuando lo usual a esta altura es 75% y hasta 85% en un buen año. Frente a esto, el recurso a mano son las rebajas para tentar a los que aún dudan.
"Si bien estamos en temporada alta, algunos destinos ofrecen tarifas similares a las del año pasado. Es porque el interés por viajar a Brasil para el Mundial retrasó la oleada de viajeros a los destinos clásicos de invierno, y hay mucha disponibilidad de vuelos y hoteles", apuntan en Despegar.com. Así, hoteles de Bariloche acaban de lanzar descuentos de hasta el 30% a través de esa agencia. Se consiguen tres estrellas a $ 677 la noche.
De todos modos, irse a esquiar en vacaciones, plena temporada alta, puede ser muy costoso. Y más para quien tome la decisión a último momento. Un relevamiento mostró esta semana que, en centros como Bariloche, Chapelco y Las Leñas, una semana de esquí requiere para una pareja con dos hijos chicos gastar entre $ 45.000 y $ 60.000 sólo en vuelos, alojamiento estándar, pases a los medios de elevación y alquiler de equipos. Son sumas que duplican y hasta triplican los costos de conocer Cataratas, Salta o los glaciares, con las principales excursiones incluidas. Y el costo puede incluso superar al de pasar ese tiempo en playas como Buzios o Río de Janeiro.
Una clave, para quien pueda, es hacer el viaje invernal después de las vacaciones. La recompensa está en precios que, tras el pico de las temporada, caen hasta 50%.
