El Mundial de Rusia y la situación global - Por Juan Guillermo Milia

Este Mundial de fútbol tendrá la característica muy especial de desarrollarse en medio de una guerra casi total.

El Mundial de Rusia y la situación global - Por Juan Guillermo Milia
El Mundial de Rusia y la situación global - Por Juan Guillermo Milia

Hemos incorporado este tema porque el deporte en general y el fútbol en especial revisten caracteres políticos, máxime en la presente coyuntura en que la realización del Mundial de Rusia se ve amenazada por un sector político-religioso, que en su arcaico fundamentalismo ha iniciado una sanguinaria y cruel guerra al resto de la humanidad.

Usurpó territorios, constituyó un supuesto Estado islámico y comete salvajes actos terroristas en forma indiscriminada. De allí que sumada a la importancia del juego en sí y sus naturales connotaciones políticas y económicas, se agrega en esta oportunidad la interferencia de esta guerra entre civilizaciones.

Quizá como consecuencia de ello, pese a ser el país más extenso que con holgura cubre buena parte de los dos continentes, los organizadores redujeron su ámbito de ejecución a la parte europea, agregando, a modo simbólico, sólo una ciudad asiática, recostada sobre los Urales a poca distancia del límite intercontinental, casi como un valor simbólico. Su nombre, Ekaterimburgo.

Se justificó esta decisión en razones de economía y de tiempo. A mi parecer son otras las razones: la fundamental, la inherente a la seguridad. Resulta que la parte oriental carece de la concentración demográfica occidental. En consecuencia, serían mayores los gastos y menores las recaudaciones.

Si bien estas últimas consideraciones son importantes, a mi criterio el motivo prevalente es la menor seguridad existente en la parte oriental. Aunque la población no se ha mostrado proclive al yihadismo, sería terreno propicio para la ejecución de un atentado, máxime si tenemos en cuenta que la región ha sido trabajada por elementos radicalizados de Arabia Saudita.

La secta islámica que prevalece en la teocracia del reino y constituye su religión oficial, como así también la de la mayoría de los integrantes del Estado Islámico (EI), es una versión ultramontana de los primeros tiempos del islamismo, el wahabismo.

Éste aplica la sharia en lugar de la ley común, relega a la mujer a un papel totalmente subalterno, no puede salir sola y lapida a la esposa infiel.

Asimismo sus derechos políticos están limitados al ámbito municipal. En cuanto al manejo de automóviles, hasta hace muy poco le estaba vedado hacerlo. Esta secta anacrónica, ayudada por los petrodólares saudíes, se ha extendido bastante en el mundo musulmán.

En consecuencia, la única ciudad asiática comprendida en el Mundial es Ekaterimburgo, allende los Urales. Los restantes once estadios están situados en sendas ciudades de Europa del Este.

En ellos se cumplirán los 64 partidos. Estos se realizarán desde la mitad de junio a mediados de julio, con la participación de las 32 selecciones nacionales que ganaron el derecho a hacerlo.

Aparte de la mayor seguridad que se puede obtener en la parte europea, no hay que desdeñar el factor económico. Los gastos son cuantiosos y hay que tratar de recuperar la mayor cantidad posible.

De allí que conscientes de ello el EI o ISIS y sus esbirros, tratarán de reducir por este medio la concurrencia a los estadios con actos o publicidad sanguinolenta con el objeto de hacer fracasar el Mundial de Putin.

En esto quizá consista su venganza, aunque podrían tratar de ir un poco más lejos. No debemos olvidar que los ataques aéreos de la aviación militar rusa fueron los más efectivos, a lo que agregó incursiones navales desde el Mediterráneo con misiles de largo alcance.

Este Mundial tendrá la característica muy especial de desarrollarse en medio de una guerra casi total, con el agravante de que el país anfitrión es uno de los primeros actores del conflicto. El presidente Putin y el Estado Islámico han intercambiado amenazas muy serias.

En una imagen vista en todo el mundo aparece Messi muerto y a su lado un verdugo a punto de ejecutar al jugador brasileño Neymar, quien aparece llorando. A lo que Putin respondió que si el EI comete un atentado en Rusia, en pocas horas destruirá Arabia Saudita. Esto implicará el uso de armas nucleares.

Esto constituye una clara advertencia a quien junto con los EEUU creó al monstruo para derrocar al presidente Assad de Siria. Luego se les escapó de sus manos.

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