Escocia no dio lugar a sorpresas en el Mundial de rugby. Todas las especulaciones de otro golpe de Japón quedaron a un lado. Los europeos se impusieron 45-10 a los nipones, que sufrieron el desgaste físico del histórico triunfo ante los Springboks del sábado último.
Escocia debutó en el Mundial y terminó imponiendo su frescura y toda su experiencia para quedarse con el triunfo. Además, los europeos sumaron punto bonus por haber marcado cinco tries.
La locura que se desató en Inglaterra luego de la victoria de Japón ante los Springboks generó, por ejemplo, que se agotara el merchandising del equipo asiático. En las tribunas, muchísimos ingleses con las remeras o banderas niponas, enfrentándose a los miles de hinchas escoceses en Gloucester, donde el viernes los Pumas se presentan ante Georgia.
El partido tuvo dos caras. La primera, en los 40 minutos iniciales, con Japón en partido. Escocia sumó cuatro penales mientras que los asiáticos consiguieron un try, para irse 12-7 abajo. En la última jugada de esa primera parte, los asiáticos se salvaron sobre el final con un tackle de Ayumu Goromaru que evitó una conquista de su rival.
En el segundo tiempo el desgaste físico terminó hundiendo a Japón. Escocia mostró allí todo su potencial a la hora de atacar. Le marcó cinco tries, por lo que sumó punto bonus (se consigue al marcar al menos cuatro). Los tries de Hardie, Bennett (dos), Seymour y Russell, rompieron a la defensa nipona. En ese complemento Japón apenas sumó con un penal de Goromaru.