El último año ha sido de mucho trabajo para Jennifer Lawrence: su polémico papel en Mother!, de su ex novio Darren Aronofsky, le deparó aplausos y críticas encarnizadas, que le valieron una nominación a un Razzie, que "premian" lo peor del año cinematográfico.
Pese a esto, ella mostró una firme convicción en esta película, que es una defensa (en forma alegórica) de la naturaleza y de la vida. La intención política era clara.
Es por eso que ahora, que decidió aplazar sus proyectos cinematográficos por un año a causa del activismo, no es una gran sorpresa. El fin de este alto es poder trabajar con una organización anticorrupción.
Así es que, durante 2019, su cara estará ausente de la gran pantalla, aunque queda todavía el estreno de su proyecto más reciente, Gorrión rojo dirigida por Francis Lawrence. El portal Entertainment Tonight recogió la novedad, que mantendrá expectantes a sus seguidores.
Ganadora del Oscar por El lado luminoso de la vida y nominada en cuatro oportunidades a ese premio, Lawrence trabajará con Represent.Us, una organización anticorrupción sin fines de lucro.
Y sus actividades en este marco ya empezaron el mes pasado, cuando visitó una escuela secundaria en Cleveland Heights (Ohio) para dar, de manera sorpresiva, una charla sobre lo importante que es el compromiso social.
“Lo que quiero es que la gente joven se involucre en la política, pero no en apoyo a un determinado partido, tiene que ver con luchar contra la corrupción y que se aprueben determinadas leyes que ayuden en ese aspecto, para poder arreglar nuestra democracia”, expresó la actriz.
Su faceta de activista también se manifestó en la última Marcha de las Mujeres, donde se unió a personalidades como Adele y Cameron Diaz para expresar su lucha no solo en contra de la desigualdad de género, sino también en apoyo a colectivos vulnerados como los inmigrantes, los musulmanes y la comunidad LGBT.
