Fue una bomba la declaración de Fernando Batista, el entrenador del seleccionado argentino Sub23, ayer en un programa de televisión. “Monito Vargas tuvo coronavirus, se infectó”, fueron las palabras que sorprendieron a quienes a esa hora lo escuchaban. “Hablé con él para saber como estaba de su condición física. Se sentía bien, estaba tranquilo”, agregó.
Y aunque en el entorno del jugador eligieron no hablar, rápidamente se conoció que el actual jugador del Espanyol de Barcelona, nacido futbolísticamente en las inferiores del Atlético Club San Martín y con paso por Vélez Sarsfield en la Primera División del fútbol argentino, efectivamente padeció el virus que hoy tiene en jaque a todo el mundo. El mendocino se encuentra recuperado y realizando el aislamiento correspondiente.
La situación en Espanyol se desató hace dos semanas atrás, cuando se conocieron los primeros infectados en la entidad, aunque no trascendieron nombres, “por respeto a la intimidad”, tal como indico un comunicado difundido por el club. Sin embargo, y a partir de otro comunicado, esta vez emitido por la Asociación China de Fútbol, certificado que Wu Lei, el delantero de 28 años, “tenía síntomas y estaba en tratamiento”, los nombres comenzaron a filtrase. Y entre ellos el del volante ofensivo, hijo del recordado Omar Francisco Vargas, quien deleitó a propios y extraños con una zurda formidable.
"Dice que de golpe empezó a sentir cansancio y un poco de fiebre. Él creía que podía dar positivo porque ya tenía varios compañeros con el virus. Lo tomó con tranquilidad, como tenía que ser. No salió de su casa, no entró en contacto con nadie. Le dejaban las compras en la puerta, fue muy conciente", completó el Bocha acerca de la situación del jugador, quien "ya se encuentra recuperado", tal como se encargó de repetir el DT de la Sub23.