LeBron James se mostró devastado en la llegada de su equipo a Los Ángeles luego de enterarse de la muerte de Kobe Bryant, uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA, cuyo helicóptero en el que viajaba junto a otras ochos personas (una era Gianna, una de sus hijas) se estrelló en la ciudad de Calabasas.
Y fue así como tras la derrota contra Philadelphia 76ers, el alero bajó del avión en llanto y caminó apenas unos metros, hasta que fue abrazado por alguien. Luego siguió su recorrido cabizbajo y se sonó la nariz en reiteradas oportunidades.
El mundo de la NBA vivió la pasada noche el gran hito de la nueva marca que consiguió LeBron al convertirse en el tercer máximo encestador de todos los tiempos tras superar al legendario Bryant, de quien dijo fue su inspiración e hizo una alabanza especial, sin saber que también sería el gran homenaje anticipado a su trágica muerte ocurrida este domingo, con 33.643 puntos.