El mítico sambódromo es totalmente albiceleste

El mítico sambódromo es totalmente albiceleste
El mítico sambódromo es totalmente albiceleste

El sambódromo Marques de Sapucai de la ciudad de Río de Janeiro, conocido por ser el escenario del carnaval más famoso del mundo, ya está copado por hinchas argentinos de cara al trascendental partido. El estadio, planificado por el arquitecto Oscar Niemeyer, el mismo que ideó Brasilia, la capital del país, fue inaugurado en 1984 y cuenta con 550 metros de largo.

Allí, donde desfilan todos los febreros las escolas de samba que atraen a Río a gran cantidad de turistas de todo el mundo, duermen los fanáticos argentinos a la espera del partido más importante para el fútbol de su país después de 24 años. Las autoridades de la ciudad abrieron el Sambódromo durante el Mundial para que los hinchas de los distintos países acampen con sus carpas, y estacionen las casas rodantes, automóviles y trailers. Pero, en este caso, se distinguen solo los argentinos.

¿Alemanes? Ninguno. Todos ‘albicelestes’ y con la música a todo volumen, con los autos con las puertas abiertas y el sonido de los estéreos retumbando. Allí, sonaron Los Redondos de Ricota como estandarte pero cada tanto también se escuchó el ritmo de cumbia. A eso, lógicamente, se le sumó que la música transmutó al canto de cancha y ahí apareció el himno argentino en Brasil con el “decime qué se siente...”. El alcohol también tuvo su protagonismo y lo más elegido, por excelencia, fue la cerveza.

Hubo mate, obvio, y mucho, y las rondas superaron lo imaginado. Justamente, dos mates y la misma cantidad de termos abastecieron a un grupo de amigos de Ezpeleta, en Buenos Aires, que hizo migas con otro de Laboulaye, de Córdoba, y sumaron más de 20 personas, todos con remeras de la Selección o equipos de fútbol argentinos.

Los muchachos se divirtieron bajo la atenta mirada de la Prefectura de Río de Janeiro, encargada de la seguridad del predio, y que ya tuvo que extender la capacidad de la pasarela hasta el final porque los argentinos cada vez son más y el espacio no alcanza. No faltó la pelota. Nunca. De todos los colores. Y cada tanto se armó a un costado un “picadito”. El clima caluroso, húmedo y nublado, ayudó al armado de los equipos. La típica, los que estaban en cuero a la izquierda y los que tenían remera a la derecha.

El éxodo hacia Brasil ha sido incesante: 120 mil vehículos

La fiebre por llegar a Río de Janeiro mañana a las 16 para presenciar, o al menos palpitar desde muy cerca, la final del Mundial se notó en las rutas. La llegada a la final de un Mundial de la Selección argentina después de 24 años despertó la euforia de millones de hinchas. Y muchos de ellos sintieron que “no se la pueden perder”, porque pasarán muchos años hasta que haya un Mundial “tan cerca”.

No importa que Google Maps diga que el Obelisco y el estadio Maracaná están separados por 2.687 kilómetros, que ya no haya pasajes de avión o que las entradas para la final sean una quimera o un tesoro fuera del alcance de casi cualquier presupuesto.

A pesar de todo, miles sintieron que tenían que ir, como fuera. Por las rutas que llevan hacia los tres puentes internacionales que unen la Argentina con Brasil circularon ayer unos 1.600 autos y más de 300 micros, que se suman al tránsito habitual de esos caminos.

A los que eligieron llegar en auto y que por su procedencia puedan elegir, de Vialidad Nacional sugirieron tomar por el Puente Internacional Paso de los Libres - Uruguayana para entrar en Brasil, por el buen estado de las rutas del lado brasileño en esa zona. Desde el comienzo del Mundial y hasta las semifinales, habían cruzado la frontera hacia Brasil casi 120.000 vehículos, incluyendo autos y micros, informaron de Vialidad. Ese flujo es 30 veces más que en un junio/julio normal.

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