Es hasta ahora misteriosa la definición que adopte el radicalismo nacional con respecto a Cambiemos. El misterio lo generan las distintas versiones sobre las variantes que seguramente se pondrán en consideración en la mesa de la Convención, en Parque Norte. Por ello la semana que comienza será, a no dudarlo, intensa en todo lo que tenga que ver con negociaciones y planteos, con más razón a partir del sacudón que en el tablero electoral generó Cristina Kirchner con su decisión de ser precandidata a vice de Alberto Fernández.
Del armado que se defina a partir del cónclave radical se definirán, también con seguridad, muchas estrategias en provincias que aún no completan su calendario local. Es el caso de Mendoza, con unas muy próximas primarias y aún lejanísimas elecciones generales en medio del PASO nacionales y las presidenciales.
La posición que adopte el centenario partido es prácticamente vital para la coalición que secunda a Macri. Como era de esperar, la Coalición Cívica, de “Lilita” Carrió, se expidió en su congreso nacional con un enfático respaldo a la gestión del Presidente, a su nueva postulación y al mantenimiento de la coalición. Pero, como es obvio, se trata de una corriente partidaria de mucho menor porte que el radicalismo, que ha sido y es capaz de actuar como estructura de Cambiemos prácticamente en todos los distritos electorales.
Volviendo a la previa de la Convención de la UCR, el grueso de la dirigencia está convencida de que es tiempo de “tomar decisiones y ver qué pasa en adelante”, según la apreciación de un legislador nacional expectante por lo que viene.
Hay una buena coincidencia dirigencial con respecto a Cornejo. “Sacó con su actitud de la modorra al partido”, consideran quienes respaldan la postura actual del mendocino para apurar una definición por parte del macrismo puro.
Los que anhelan definiciones en el cónclave de Parque Norte son los que, en mayor o menor medida, sostienen que no es posible que el centenario partido llegue a las fechas límites para la presentación de candidaturas y listas sin haber dado el debate obligado. Para ellos, lo que resta de mayo será clave en cuanto a posicionamientos y estrategias, para llegar a las fechas fijadas en junio con el panorama resuelto. Ese es el anhelo.
La mayor parte de los convencionales radicales, dicen allegados al gobernador mendocino, se sentarán en el encuentro del lunes 27 con el convencimiento de que “con lo que hay no alcanza”. Esta es la postura que hizo pública Alfredo Cornejo en su febril semana de exposición pública y mediática en Buenos Aires, llegando a opinar, para sorpresa de muchos, que el candidato presidencial de Cambiemos podría llegar a ser otro “que no sea Macri”.
Aseguran en el cornejismo y en sectores cercanos que la postura a favor del mantenimiento de la coalición para luego discutir cómo seguir será cómodamente mayoritaria ante el sector de dirigentes radicales que sigue pidiendo que se ponga fin a la alianza con el macrismo.
Como se señalaba, la mayoría de la dirigencia de la UCR está convencida de que el espacio gobernante debe ser ampliado y es ahí donde aparecen los distintos matices.
El objetivo del cornejismo y aliados es lograr ese resultado en la próxima Convención, que, a su vez, le dará al presidente partidario y a la mesa ejecutiva que lo secunda la potestad de encarar una negociación para ampliar la base de sustentación de Cambiemos con buenos resultados.
En el partido consideran que, por la impronta del mendocino, será muy importante que los convencionales le den semejante aval para negociar.
Evitar el retorno del populismo es la premisa. Con más razón ante los movimientos del cristinismo, que ha tenido su jugada más audaz ayer, con la decisión de la ex Presidenta de retirarse al segundo lugar de la fórmula presidencial para darle el protagonismo al repatriado Alberto Fernández.
Está pendiente de resolución en el armado que van encarando en la UCR la precandidatura de Roberto Lavagna, que sigue siendo una incógnita por muchas razones; entre ellas, su no aceptación de medir fuerzas en las PASO. Hasta habría dudas sobre la continuidad del proyecto para que el ex ministro de Economía siga en carrera.
En cambio, dicen en el radicalismo que hay clara cercanía con el gobernador cordobés Schiaretti y con el de Santa Fe, Miguel Lifschitz, quien elogió a Cornejo por lo que consideró un “planteo realista” de la situación política del país. “Es de suma trascendencia que quien conduce la UCR hoy esté diciendo que la salida para el país no puede ser más de lo mismo”, expresó el santafesino en declaraciones periodísticas que lo acercaron a los que reparten tarjetas de invitación para sumarse al espacio oficialista.
En cuanto al gobernador cordobés, habrá que ver qué ocurre con la convocatoria a sus pares peronistas no kirchneristas que efectuó para la semana que se inicia. Su poder de seducción podría quedar relegado si sus pares del PJ comienzan a replantear posicionamientos a partir de la figura de Alberto Fernández como número 1 de la fórmula.
A la par de esta movida de la UCR, desde el gobierno nacional se dejó trascender que también citarían al triunfal Schiaretti, y también a Lavagna, siempre en el marco del acuerdo político que se puso en marcha, con relativo éxito y poca acción, desde el Ejecutivo nacional.
Pero lo que parece estar bastante claro es que cualquier acercamiento que se realice con eventuales nuevos socios de la coalición gobernante se realizará después de la convención radical del próximo lunes.
Intuyen en la conducción del radicalismo que en no mucho tiempo más se podría esperar un presidente Macri más permisivo no sólo en lo referido a la eventual ampliación del frente oficialista sino, también, en lo relacionado con la fórmula presidencial y la distribución de cargos en un eventual segundo gobierno. Si dicha actitud más flexible del Presidente se llegase a concretar, en el seno radical podrían llegar a dejar de lado la posibilidad de una fórmula que compita con Macri en las PASO, como también insinuó Cornejo.
En cuanto al peronismo mendocino, la noticia de la nueva fórmula nacional sorprendió a todos y dará lugar a algún reacomodamiento. En la línea que lidera Anabel Fernández Sagasti tomaron (dicen que era la única que sabía con antelación la jugada de Cristina candidata a vice) la movida causó satisfacción. “Cristina sigue estando y eso es lo importante. El problema para nosotros hubiese sido un renunciamiento histórico de la ex presidenta, pero eso no ocurrió y seguimos con ella como integrante de la fórmula”, dijo con entusiasmo un dirigente camporista.
Por el lado de la lista que encabeza Alejandro Bermejo hubo más cautela, aunque el presidente del PJ, Guillermo Carmona, de añoso vínculo con el kirchnerismo, expresó su satisfacción con la movida.
Consolidar y ampliar Cambiemos parece ser el gran desafío de Cornejo y todo el radicalismo no rupturista. Es la opción en medio de las misteriosas alternativas que se han venido planteando. La sorpresiva movida del cristinismo obliga al oficialismo a no fallar en la estrategia electoral que elija.
