La decisión de San Carlos de comenzar con las actividades del municipio una hora más tarde para ahorrar energía puso en el tapete “otra vez” el debate sobre el cambio del huso horario.
El intendente Jorge Difonso tomó esta medida para ahorrar luz y gas en el municipio, lo cual regirá desde el 16 de abril hasta el 31 de agosto.
El asunto es ¿esta medida permite realmente un ahorro en el consumo?
La astrónoma e investigadora del Conicet, Beatriz García, una de las voces de mayor peso a favor de pasar del huso horario -3 al -4 fue tajante: "no me cabe duda de que la medida va a redundar en ahorro". Consideró que es una manera de paliar la situación y que debería hacerse extensiva a las escuelas, de manera tal de evitar que las actividades de las familias se inicien cuando todavía es de noche. "Si uno no cambia el huso horario, que es lo que racionalmente habría que hacer porque significa coordinar la hora del reloj con la solar para mejor aprovechamiento de la luz del día, entonces la opción es cambiar los horarios de atención al público", manifestó.
En definitiva, la iniciativa es iniciar actividades cuando aparece la luz solar. “Si se inician las actividades cuando es de noche hay que encender las luces pero el problema es que cuando sale el sol las luces no se apagan porque uno no se da cuenta de que ya salió, lo cual produce un gasto innecesario”, explicó. Por eso consideró que el ingreso al colegio debería ser en torno a las 8.40, horario en que sale el sol en el invierno”.
Consultados al respecto en una nota recientemente publicada por Los Andes, desde el Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE) recordaron que durante 2004, cuando el gobernador de ese momento Julio Cobos impulsó una medida para atrasar los relojes, no observaron una disminución en el consumo. "No hubo una modificación sustancial en la curva de consumo, solamente se corrió", aseguraron desde allí.