La historia del argentino Leo Coira es bastante particular. A los 7 años, Real Madrid lo fichó y el chico cumplió con más de 300 goles. Sin embargo, como no se llevaba bien con el entrenador, su padre optó por cambiarlo y Valencia apareció para llevárselo.
Le dio un departamento y el joven se consagró en su categoría con apenas 10 años, siendo el mejor jugador de un “Mundialito”, en Portugal, con otros clubes europeos.