El otoño pasado, en su hacienda en el sur de Oregon, Kim Novak se encontró haciendo lo que califica como su "propia pintura de #MeToo".
Novak, que cumplió 85 esta semana, se había fracturado la muñeca izquierda -la de la mano con que pinta- pero estaba motivada para intentarlo con la derecha. El ver a una mujer tras otra pronunciarse con historias de acoso avivó sus propios recuerdos. Tituló al resultado -un abstracto de colores vibrantes con un rostro amenazador acechando a una mujer- "A Time of Reckoning", que puede traducirse como un momento de ajuste de cuentas.
"En esa época ocurrían las mismas cosas. Yo nunca conté estas historias pero mi pintura lo dice todo", dijo Novak en una entrevista telefónica desde su propiedad, donde vive con su esposo Robert Malloy, un veterinario jubilado.
Novak concedió su primera entrevista en varios años con motivo del 60 aniversario de la obra maestra de Alfred Hitchcock de 1958 "Vértigo". Hoy, como parte de la serie el canal TCM (Big Screen Classics), "Vértigo" se proyectará nuevamente en 650 salas de Estados Unidos, y nuevamente el miércoles 21 de marzo en ese canal.
Aunque la reseña inicial de "Vértigo" fue poco entusiasta y la recaudación decepcionante, su reputación ha crecido a través de los años. En 2012 desplazó a "El ciudadano Kane", como la mejor película en la encuesta de críticos de Sight & Sound.
Y con el ascenso del filme también ha sido reconocido el trabajo de Novak junto a Jimmy Stewart. El crítico de cine David Thomson la llamó "una de las mejores actuaciones femeninas en el cine".
Francois Truffaut, en sus afamadas entrevistas con Hitchcock (quien fue muy crítico de Novak en el papel) intentó convencer al director de que estaba equivocado: "quienes admiran 'Vértigo' gustan de Kim Novak en ella", le decía.
La actuación de Novak en "Vértigo" es excepcional, no solo por su papel dual -hace de la misteriosa Madeleine y de Judy-, sino por el modo en que representa cómo las fantasías de los hombres son proyectadas en las mujeres.
En el elaborado esfuerzo de Scottie por recrear a Judy como Madeleine, Novak reconoció a Hollywood manipulándola a ella misma. "Me identifico tanto con el papel, porque fue exactamente lo que Harry Cohn y lo que Hollywood estaban tratando de hacer conmigo: convertirme en algo que no era", dijo Novak en referencia al autoritario fundador de Columbia Pictures que la contrató.
“Al principio te contratan por cómo te ves, obviamente, y aun así tratan de cambiarte los labios, la boca, el pelo, cada aspecto de cómo luces, cómo hablas, cómo te vistes. Así que fue una lucha constante mantener algo de mí misma. Una siente: debe haber algo que les gustó, y aun así quieren cambiarte”.
Esa lucha hace de Novak una importante precursora de las actrices que hoy pelean por la igualdad de género en el Hollywood post Harvey Weinstein.
Contratada por Columbia como la sucesora de Rita Hayworth y arreglada como un bombón rubio para competir con Marilyn Monroe, Novak a menudo rechazó el modo en que fue empaquetada.
Se negó a cambiar su apellido checo y, antes de "Vértigo", insistió en que le pagaran un salario más alto. Pasó tres años como la máxima estrella femenina, pero dejó la industria del cine en 1965 y desde entonces volvió solo ocasionalmente. "¿Qué tiene de bueno ser bonita?", preguntó en "Picnic" en 1955. "Quizás estoy cansada de que solo me miren".
La última película de Novak fue "Liebestraum" de 1991. Participó como presentadora en los Oscar de 2014.
Hitchcock quería a Vera Miles para "Vértigo", pero quedó embarazada antes de que empezara la producción. Cohn aceptó prestarle a Novak a Paramount para el filme. Cuando arribó, Hitchcock no quedó impresionado con ella.
En sus memorias de 2016, Tippi Hedren, la estrella de "Los pájaros" y "Marnie", dijo que el cineasta se propasó sexualmente y amenazó con arruinarle la carrera cuando ella se resistió.
"Él nunca se comportó de ese modo conmigo", dijo Novak. "Pero hubo otras personas".
No reveló nombres específicos ni experiencias, pero habló bien del jefe del estudio que tuvo tanta influencia en su carrera. “Nunca tuve ningún problema con Harry Cohn”, dijo.