Murtaza Ahmadi, un niño afgano de cinco años, llegó a los diarios del mundo en enero cuando una foto suya –tomada por su hermano mayor- se convirtió en una imagen viral. En aquella foto, Murtaza llevaba puesta una camiseta Argentina con el nombre "Messi" y pateaba una pelota. Pero la remera era peculiar: estaba hecha con una bolsa de plástico por su propio hermano.
La historia de Ahmadi, divulgada por el Alto Comisionado de Naciones Unidas, llegó hasta el propio Lionel Messi quien, a través de Unicef, le hizo llegar una remera de Argentina al pequeño. El Club Barcelona le envió un conjunto completo y varias pelotas de fútbol.
Aquella historia se puede convertir ahora en pesadilla. Su padre, Mohammad Arif Ahmadi, huyó de Afganistán hacia Paquistán con toda la familia tras recibir amenazas y consiguió ponerse en contacto con ACNUR. El padre dijo que vendió todo lo que tenía para huir “y salvar la vida" de su familia y de sus hijos.