El 2019 fue un año electoral y la dolarización marcó la economía de punta a punta. También, luego de casi cuatro años, el mismo gobierno que sacó el cepo debió reinstaurarlo tras la derrota de las PASO , que marcó el regreso del kirchnerismo.
Así, entre septiembre y octubre se pasó del cepo "light" al "hard" y luego, con la asunción de Alberto Fernández, llegó el dólar "solidario" con un impuesto del 30% a las compras para atesoramiento, como así también para pagos con tarjeta en el exterior.
En pleno debut del 2020, la pregunta que se hacen los argentinos es si el cepo llegó para quedarse y desalentar el ahorro en dólares, tal como quiere el Presidente, o si habrá un relajamiento de las medidas. Consultados por El Cronista, especialistas coincidieron en que si la renegociación de deuda avanza de manera "amigable" hay chances de que se aumente el monto de compra mensual luego del primer semestre, aunque el impuesto del 30% se mantendría.
El economista de Cesur, Amilcar Collante, consideró que "pasado diciembre, cuando cae la demanda de dinero por una cuestión estacional, será clave qué ocurre con la brecha y que medidas toma BCRA, si intenta absorber pesos o no y en qué magnitud". "Yendo al punto el mercado paralelo, debería ir tendiendo a ubicarse arriba del dólar oficial más el 30% o cerca de ese nivel.
Con el correr de los meses, el blue va a moverse y dependiendo de cómo se mueva la inflación irá corrigiendo. Si la inflación sigue alta, el dólar libre lo va a reflejar, no así el oficial que tiene muchas restricciones", analizó.
Por su parte, el economista y director de Estudio EcoGo, Martín Vauthier, opinó que en 2020 "todo dependerá de cómo evolucione el programa económico y la credibilidad que se vaya generando en el mercado. Entre enero y marzo habrá meses relevantes con la renegociación de la deuda, el sendero fiscal y el programa monetario".
"En un contexto de cepo la incertidumbre se va a reflejar en la magnitud de la brecha", agregó. En cuanto al cepo, señaló que si el programa logra credibilidad "la intención va a ser ir flexibilizando el cepo en cuanto a cantidades, pero manteniendo el impuesto". Y resumió "tenemos cepo para rato, pero una renegociación amigable de deuda podría aumentar el cupo".
El economista Diego Martínez Burzaco coincidió: "la evolución del cepo dependerá del resultado de la reestructuración de deuda. Si es muy positivo, en la segunda parte del año podríamos ver una flexibilización. Creo que los primeros seis meses del año es muy improbable que suceda", analizó.
"En cuanto a la brecha, el dólar libre va a tender a converger por encima de los $ 80, más si faltan dólares. Imponer trabas a operaciones como el dólar bolsa empeoraría el clima de negocios", indicó.
En la misma sintonía, Cristian Gardel de Gardel Trading señaló que el impuesto a la compra de divisas "como medida transitoria en la prenegociación de la deuda podría ser aceptable hasta estabilizar los mercados".
"Sin embargo, hoy está planteado como una solución de largo plazo, y si es así, será nefasto. ¿Quién venderá dólares para invertir en activos fijos, si la posibilidad de recomprar esos dólares al finalizar la inversión hoy está vedada y es completamente incierta hacia futuro?", cuestionó.
Aseveró que el cepo "asegura medianamente el control de la inflación y evita la pérdida de reservas, aunque la contracara es que reduce la inversión a la mínima expresión". "Con el cepo la brecha está garantizada. Valores debajo de $ 80 serán una compra de oportunidad.
La posibilidad de que se le aplique el impuesto al dólar bolsa oficia como otro potencial factor alcista para el mercado informal", advirtió. Pronosticó que si el Gobierno consigue una negociación exitosa de la deuda puede que "aumente algo más de cupo de compra de dólares".
"Igual sería muy gradual. Pero sin cambiar impuestos", analizó. Y agregó: "La renegociación de la deuda abrirá una ventana de confianza, que de la posibilidad a medidas, que generen confianza al mercado inversor".
Por su parte, Gustavo Quintana de PR Cambios dijo que el cepo "va a seguir toda la primera parte del año", aunque no descartó que más adelante "seguramente el Gobierno se vea obligado a aflojar porque las tensiones seguramente van a aumentar". "La brecha poco a poco se irá ensanchando. Siempre pasa cuando hay demasiados tipos de cambios como pasa ahora", remarcó.