"Siempre fue un top five para los ojos de todos, incluso cuando su ranking bajó". La sentencia de Novak Djokovic sobre Juan Martín Del Potro, quien será su rival hoy en la final del Abierto de Estados Unidos, quizás sea la forma más simple de explicar una estadística impresionante: con su victoria ante Rafael Nadal en la semifinal del viernes, el argentino llegó a 10 triunfos ante un número uno del ranking de la ATP.
Es el jugador que más veces lo consiguió sin haber llegado jamás a la cima del escalafón mundial. Supera al estadounidense Michael Chang y al holandés Richard Krajicek, que lo hicieron en siete ocasiones, y a otro estadounidense, Roscoe Tanner, que lo logró seis veces.
La primera vez que el tandilense consiguió batir al líder del ranking fue el 2 de abril de 2009, cuando tenía apenas 20 años, en los cuartos de final del Masters 1000 de Miami y su víctima también fue Nadal, quien había alcanzado la cima por primera vez en su carrera en agosto del año anterior.
Delpo, que por entonces era el 7° del mundo, se impuso por 6-4, 3-6 y 7-6 (7-3). "Me jugué la vida y me fue bien. Le gané con mi mente y con mi juego", explicó tras el triunfo. "Es difícil jugar peor de lo que lo hice. Cuando tenía el partido a mano, hice un desastre asombroso", argumentó Rafa.
Un día después, el argentino cayó en la semifinal ante Andy Murray. Ese año, Del Potro se dio el gusto de derrotar dos veces más al número uno del mundo. Pero el nombre de su vencido fue otro: Roger Federer, que había recuperado la cima tras consagrarse en Wimbledon.
El primero de esos triunfos fue el partido más importante en la carrera del tandilense, la final del US Open: se impuso por 3-6, 7-6 (7-5), 4-6, 7-6 (7-4) y 6-2. Y repitió en el round robin del Masters de Londres por 6-2, 6-7 (5-7) y 6-3. En ese torneo, terminó perdiendo la final ante el ruso Nikolay Davydenko.
Tuvieron que pasar casi dos años para que se produjera otra victoria de este calibre. Fue en la semifinal de la Copa Davis de 2011 y el desenlace fue similar al del encuentro de este viernes contra Nadal: en Belgrado, Novak Djokovic perdía 7-6 (7-5) y 3-0 en el cuarto punto de la serie cuando su cuerpo dijo "basta". Ese abandono sentenció el cruce a favor de Argentina, que luego perdió la final ante España en Sevilla.
Antes de que las lesiones en su muñeca izquierda le pusieran un freno a su carrera, Delpo derrotó otras tres veces a los líderes del ranking. En la final de Basilea 2012 dejó mudos a todos: venció por 6-4, 6-7 (5-7) y 7-6 (7-3) a Federer. En la semifinal del Masters 1000 de Indian Wells 2013 superó por 4-6, 6-4 y 6-4 a Djokovic. Y ese mismo año, en la semi del Masters 1000 de Shanghái, batió a Nadal por 6-2 y 6-4.
Después de pasar tres veces por el quirófano y de 11 meses de inactividad, Del Potro volvió a jugar al tenis en febrero de 2016. Seis meses más tarde, en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, dio sus primeras señales fuertes de que su regreso contenía ambiciones: en su debut en el certamen, despachó a Djokovic por 7-6 (7-4) y 7-6 (7-2).
"La única vez que había llorado así en mi vida fue cuando me tuve que operar la muñeca; pero ahí fue de tristeza. Esta vez, fue de pura felicidad", dijo tras la victoria. Un rato antes de salir a la cancha, Delpo había quedado encerrado durante 40 minutos en un ascensor en la Villa Olímpica por un corte de luz. "Este día empezó para el olvido y se transformó en inolvidable", remató. En Río terminó colgándose la medalla de plata tras caer en la final ante Andy Murray.
La última victoria ante un número uno del mundo, antes de la del viernes frente a Nadal, ocurrió hace poco menos de seis meses: en la final de Indian Wells, superó por 6-4, 6-7 (8-10) y 7-6 (7-2) a Federer, a quien le cortó una racha de 17 triunfos consecutivos, y así se consagró por primera vez en un Masters 1000.
"Estoy contento por él porque se está pareciendo al mejor Del Potro", dijo el siempre gentil Roger después de esa caída. "Esto es todo lo que extrañé mientras estaba lesionado. Jamás imaginé vivir todo esto. Quiero ganar más títulos como este. Quiero seguir sorprendiéndome", se ilusionó Delpo entonces.
Hoy, en Nueva York, irá por uno más...