El cirujano Gustavo Arzuza (48) fue golpeado en los calabozos de Tribunales por al menos cuatro presos que lo habrían confundido con un médico “abortero”.
Ocurrió ayer a las 9.45, cuando el médico iba a ser llevado a la Primera Cámara del Crimen, donde es juzgado por la muerte de Roberto del Barco (45), quien falleció cuando lo anestesiaron, durante una operación en la que participó también otro imputado en el caso, el cirujano plástico Carlos Gassibe (64).
El médico se alojaba en uno de los 5 calabozos ubicados en el subsuelo del Poder Judicial, junto a 5 presos, a la espera del debate. Más tarde llegaron otros 15 reclusos que fueron encerrados en el mismo lugar.
Según declaró el médico en la causa que inició el fiscal de Capital Gustavo Fehlmann por lesiones, cuatro de esos reclusos comenzaron a discutir, pidiéndole los cigarrillos y el cinturón y luego uno de ellos comenzó a decir “vos sos el abortero que sale en la tele”.
Luego hubo golpes, el médico se cayó y recibió un rodillazo en el ojo y algunos puntapiés. Los penitenciarios, al ver la agresión, lo sacaron del calabozo y lo llevaron de nuevo al penal de Boulogne Sur Mer para que lo asistieran.
Mientras tanto, se notificó a la Primera Cámara del Crimen, por lo cual la Secretaría mandó la intervención del fiscal capitalino.
Éste ordenó que el detenido fuera asistido en un hospital y luego lo llevó a la fiscalía capitalina para que declarara.
Declaró otro anestesiólogo
Pese a que se agredió a Arzuza, el juicio por la muerte de Del Barco no se suspendió y declaró otro anestesiólogo, el doctor Carlos Alberto Norberto, quien participó en la investigación como perito de la defensa.
Su intervención permitió conocer que la clínica Excéllar, donde se operó a Del Barco, estaba habilitada como clínica de día para hacer operaciones menores, ambulatorias, de menos de 6 horas. Y por ello el Estado podría tener algún tipo de responsabilidad en la muerte de Del Barco.
Luego, no contaba con la aparatología para monitorear este tipo de cirugías. Al respecto, el testigo dijo que una operación de “lipoaspiración y abdominoplastia” de 4 horas, con un paciente obeso (pesaba 113 kilos), no debería hacerse sin la intervención y el monitoreo de un anestesiólogo.
Otro punto importantísimo que dejó en claro el profesional fue en relación a la especialidad: la anestesiología es una ciencia exacta (sic) y por lo tanto las complicaciones y efectos secundarios pueden surgir en cualquier momento.
Cuando se le consultó si para una operación como la de Del Barco era aconsejable anestesia peridural o raquídea, el especialista sostuvo que la más indicada era la “combinada”.
El debate continuará hoy, con la declaración de nuevos testigos. Para la semana que viene podría haber alegatos.
Calabozos colapsados y peleas permanentes
Después de que golpearan a Arzuza en los calabozos de Tribunales, se volvió a registrar otra pelea entre presos. Y el lunes pasado, otro altercado entre internos tuvo que ser controlado con la participación de personal de Grupos Especiales.
“El lugar está colapsado. Nosotros tuvimos que parar dos debates en las últimas semanas porque no podían traer a los detenidos”, explicó un juez.
El problema se suscitaría porque hay unos 5 calabozos medianos y uno más grande que pueden contener a no más de 20 personas. Antes llegaban diariamente al lugar 20 o 30 internos pero ahora, con las audiencias orales, en el mismo espacio hay que alojar a más de 100 detenidos.
“No puede ser que haya que abrir dos cerrojos para llegar a sofocar una pelea. Hubo una demora en socorrerlo. Hemos pedido videos para ver qué pasó. Vemos que hay una responsabilidad del Estado porque se lo debió proteger”, dijo ayer el abogado Martín Ríos, defensor de Arzuza.
El abogado concurrió a los calabozos de Tribunales para interiorizarse sobre la situación de su cliente, quien fue golpeado en la cara.