¡Es para agarrarse la cabeza, Matador! Resulta difícil de creer los dos puntos que se le escaparon a Andes Talleres. El equipo de Diego Piozzini ganaba 2-1 y quedaba como único escolta de Boca de Bermejo, pero en la última bola de la tarde pecó de inocente y Centenario llegó a la festejada igualdad vía Martín Peña.
Talleres hizo todo para ganar el partido. Fundamentalmente en el primer tiempo, sometió al equipo de Santa Rosa a una verdadera paliza conceptual y futbolística. Contó con 8 situaciones clarísimas de gol, pero se encontró con una gran tarde de Horacio Onni. El arquero visitante sacó todo lo que le tiraron menos el cabezazo de pique al suelo de Franco Omar Videla tras el centro del picante Paul Martín.
El rápido empate de Centenario sorprendió a propios y extraños: centro al área, Ligutti salió a cortar, perdió el balón (¿hubo falta?) y Loyola la empujó con el arco vacío.
El Matador fue por más. De la mano de Paul Martín, generó innumerable cantidad de situaciones, pero entre Onni, el travesaño y los defensores (salvaron un gol en la línea) le dejaron el grito atragantado a los hinchas de los Gauchos, que concurrieron en buen número al Nicolás Blázquez.
Todo estaba a pedir del Matador. Sólo faltaba darle un pase a la red. En el inicio del complemento, Onni volvió a ganarle un par de duelos a Martín y otro zurdazo de Franco Omar Videla.
Hasta que a los 14’ Martín quedó mano a mano, remató, pegó en el palo y Loyola la empujó en contra de su arco: 2-1 y justicia. Centenario tuvo una clarísima para empatar a los 34': Altamirano definió por arriba y la pelota cayó por atrás del arco. La tarde se moría y los tres puntos quedaban en calle Minuzzi, pero tras un pelotazo largo, la bajaron al medio y Peña definió ante la salida de Ligutti: 2-2.