El imponente Maracaná, vencido por un encendedor: el testimonio de uno de los chilenos que el miércoles invadieron y destrozaron parte de la sala de prensa del estadio para ver gratis el triunfo de la selección de su país sobre España, reveló la vulnerabilidad del escenario que será sede de la final del Mundial de Brasil 2014.
“Nos dimos cuenta de que al lado de la entrada de los periodistas, al lado de donde ellos presentan sus credenciales y son revisados, había un portón. Ese portón estaba atado con una cuerda de plástico. No había cadena. Nos paramos allí y, con un encendedor, cortamos la cuerda. Eran las tres de la tarde”, dijo en una entrevista (que divulga el portal UOL) un profesor de enseñanza pública de Chile que no quiso revelar su nombre.
El profesor se extendió en detalles de cómo él y cinco amigos organizaron la invasión al estadio más famoso del fútbol mundial.
"Anduvimos alrededor de todo el estadio intentando encontrar una forma más fácil de entrar. A las 14.30 nos dimos cuenta de que lo más fácil era invadir por el acceso de la prensa. Allí era donde había menos seguridad".
Para sorpresa del grupo, ya adentro del estadio contaron además con la ‘ayuda’ de dos guardias de seguridad que custodiaban en solitario los accesos a las tribunas. Los guardias les cedieron paso ‘gentilmente’ para que pudieran instalarse en las tribunas a ver a Chile clasificarse a octavos de final y eliminar a la campeona España.
Pero para llegar tan lejos, los chilenos debieron encontrar primero la manera de sortear el perímetro exterior de acceso al Maracaná. El descubrimiento de la puerta sujetada con una cuerda de plástico fue clave
Un vez dentro de la sala de prensa contaron con la ayuda de un periodista "barbudo y latino", quien les indicó en español hacia dónde ir: "Es para el otro lado".
Al final hubo 87 detenidos.
