El mar es, para los tres ancianos protagonistas de esta obra -coproducción del Espacio Le Parc que se estrenó en abril y cierra su ciclo este fin de semana-, el territorio donde todo se pierde y todo se anhela. Desde esa costa ellos repasan los sucesos de esos años que han dejado marcas en sus cuerpos, y también en su memoria.
Pero "Tres viejos mares" -deliciosa dramaturgia de Arístides Vargas- es también un espacio para la poesía: visual, de acciones, de trazos espaciales y sonoros. Es que el director Rubén González Mayo, gran conocedor de este autor (vale mencionar una inolvidable versión de "Donde el viento hace buñuelos"), sabe en qué lugar poner el resalto, cómo explorar el espacio y las interpretaciones para que la nostalgia, la ternura y la humorada de la pluma de Vargas se deslicen a sus anchas por el espacio escénico. Claro, sin buenos actores este cometido es casi imposible. Pero aquí están Chicho Vargas, Mario Ruarte y Li Di Marco para sostener con la construcción de sus personajes el resto del éxito de esta obra.
Ir a ver “Tres viejos mares” es adentrarse en un universo de playas blanqueadas por el sol, donde la palabra y la risa son los mensajes de todas las botellas que lleva el mar.
La ficha
Tres viejos mares
Autor: Arístides Vargas.
Dirección: Rubén González Mayo.
Con: Chicho Vargas, Mario Ruarte y Li Di Marco.
Sala: Espacio Le Parc (Mitre y Godoy Cruz, Gllén).
Día y hora: Hoy y mañana a las 21.30. Domingo a las 20.
Calificación: Muy buena.
