La comunidad artística mendocina se conmovió ayer al conocer la noticia de que Pocho Sosa, uno de los más populares cantantes folclóricos de nuestra tierra, había sido internado de urgencia en el hospital Del Carmen.
Con el correr de las horas pudo saberse que la situación que atravesaba era grave: el miércoles, mientras miraba el partido de fútbol entre River y Boca, la voz más conocida del tema Tonada de otoño se descompensó y debió ser trasladado de urgencia al centro de salud.
Allí se constató que Pocho Sosa había sufrido un accidente cerebrovascular (ACV). El músico fue asistido y, hasta el cierre de esta edición, se encontraba estable y aún era difícil conocer las verdaderas secuelas que pudiera sufrir por este percance.
Según comentó a una radio local el jefe de cardiología del hospital, Pocho “ingresó en la noche, cerca de las 23. En este momento Pocho está muy bien. Hay que destacar que tiene una cardiopatía crónica de hace muchos años, ha tenido un infarto, ha sido operado de Bypass coronario, tiene angioplastia. Es un paciente con una patología de base importante”.
Esas patologías a las que hace referencia el profesional ya le jugaron malas pasadas anteriormente al cantante.
De hecho, hace unos años debió ser internado para que se le practicara ese by pass y fueron momentos de gran angustia para su familia, sus allegados y los admiradores con los que cuenta en la provincia y el país este músico.
Pocho Sosa tiene 74 años. Comenzó a destacarse en los años 70 en Mendoza, como integrante del Canto Trío.
En su dilatada trayectoria, que lo ha llevado a actuar junto con músicos de la talla de Mercedes Sosa, Antonio Tarragó Ros o Víctor Heredia, a Pocho le tocó también ponerle la voz a uno de los “himnos” de nuestra provincia: la Tonada de otoño (conocida popularmente como Otoño en Mendoza).
Esta canción, con letra de Jorge Sosa y música de Damián Sánchez, encontró en el cantante a, quizás, el mejor de todos sus intérpretes.