La caída de este último sábado ante Australia 2-1 por la última fecha del Mundial Sub 17, no solo marcó la eliminación del seleccionado argentino de la Copa Mundial (derrotas ante México 2-0 y Alemania 4-0), sino que mostró que el fútbol juvenil de nuestro país está en terapia intensiva. Atrás quedaron los logros conseguidos en por Pekermán, Tocalli y Pancho Ferraro que abastecieron, no solo de títulos a las vitrinas de la Asociación del Fútbol Argentino, sino de jugadores a la selección nacional.
Desde que Hugo Tocalli dejó la dirección técnica de los conjuntos juveniles en 2007 después del logro del Mundial Sub 20 con Agüero y compañía en Canadá, los equipos de menores de 17 y 20 años solo han tenido resultados muy pobres a comparación del proceso iniciado por José Pekermán allá en el 94’. Difícil fue seguir con la senda del proceso anterior donde se obtuvieron diez títulos; cinco de ellos Mundiales Sub 20 (1995, 1997, 2001, 2005 y 2007), tres Sudamericanos de la misma categoría (1997, 1999 y 2003), un Sudamericano Sub 17 (2003) y un Torneo Esperanzas de Toulon (1998). Además se aportó, en ese entonces, muchos jugadores a la selección mayor augurando tener material para rato.
Muchos nombres pasaron por el banco de los equipos menores, algunos de ellos como: Sergio Batista, José Luis Brown, Oscar Garré, Miguel Ángel Tojo, Marcelo Trobbiani, Walter Perazzo y Miguel Ángel Lemme. Todos ellos sin pena ni gloria, sin poder levantar o equiparar el nivel de los procesos anteriores (una vara muy alta).
La crisis de los juveniles se acrecienta a medida de que el tiempo pasa y no hay resultados a la vista. Desde que la cúpula de técnicos se modificó en el 2007 solo se consiguieron dos títulos en ocho años (Sudamericano Sub 17 2013 y Sub 20 2015, ambos con Huberto Grondona) y el panorama no es nada bueno de cara a las próximas competiciones, no solo para éstas categorías sino para la conformación de los próximos seleccionados nacionales a nivel mayores.
A la vista están las últimas eliminaciones en primera ronda de los Mundiales Sub 20 y Sub 17, con resultados muy pobres, no solo a nivel marcador sino a nivel de calidad futbolística. A eso hay que sumarle otros fracasos como la no clasificación al Mundial Sub 20 del 2009 y 2013, este último siendo locales en el Sudamericano con sede en Mendoza y San Juan.
El fútbol argentino y las selecciones menores, fueron siempre fuente de riqueza a la hora de sacar jugadores. Futbolistas de la talla de Sorín, Samuel, Riquelme, Aimar, Saviola, Coloccini, Agüero y el mismísimo Lionel Messi, son la muestra de los resultados de aquellos trabajos realizados por los entrenadores de aquel entonces. No se discute que se siguen sacando jugadores en nuestro país, peor el número es bajo y los últimos resultados prenden la alarma en AFA.
Esto demuestra que no solo se ha trabajado mal en la Asociación del Fútbol Argentino sino también en los clubes. Los futbolistas se van cada vez más jóvenes a Europa o a otros destinos, y en esos lugares terminan siendo captados para jugar en las selecciones de esos países privándolos de ser parte de la Selección Argentina.
El presente de las juveniles nacionales es poco alentador y desde la entidad madre del fútbol argentino se deberá replantear las cosas, tanto a nivel clubes como a nivel selección, para que el silo del semillero del futbol argentino, que tanto le aporta al futbol nacional e internacional, no se quede sin reservas.