Mail 1 (el génesis de la cadena): "Estimados: mañana haremos una reunión laboral a las 14. Es importante contar con vuestra presencia. Gracias"
Mail 2: "¿Puede ser 16:30?. Antes estaré ocupado".
Mail 3: "Ok, allí estaré".
Mail 4: "Intentaré participar. Tengo reunión en la escuela de mi hijo".
Mail 5: "Podríamos definir el calendario de vacaciones".
Mail 6: "Imposible, estoy de licencia".
Mail 7: "Ok".
El ejemplo no remite a un hecho en concreto pero -al mismo tiempo- podría resultar familiar a más de un trabajador; así como también lo sería el resultado de una cadena interminable de correos electrónicos y una notificación de cientos de mails sin leer. Y que muy probablemente no sean leídos tampoco en su totalidad por quien los recibió -o quienes los recibieron-.
Lo cierto es que el correo electrónico como herramienta de trabajo parece haber entrado en una marcada pendiente, a tal punto de que en algunas empresas directamente no lo usan y lo han reemplazado por otras aplicaciones o plataformas. La mundialmente conocida WhatsApp u otros programas de mensajería instantánea con un perfil más corporativo como Slack, Yammer o la función Workplace (de Facebook) son sólo algunos sustitutos.
"Al mail le está ocurriendo lo mismo que pasó con la dirección postal hace un tiempo. La gente dejó de enviar cartas justamente para hacerlo por mail. Y hoy el que está siendo reemplazado en muchos planos desde lo laboral es el mail", destacó Federico Aon, director de consultoría en Snoop Consulting. Precisamente esta firma está abocada al rubro de servicios informáticos y fabricación de softwares.
Sin embargo, hay algunas asuntos para los que el mail mantiene más vigencia que nunca. "Por lo general, el correo sigue manteniéndose como el canal más importante. Cuando a nivel laboral necesitamos notificar algo importante o escalar un problema; siempre lo hacemos por correo. Es una herramienta para dejar evidencia de cosas que se hicieron o se dijeron", destacó por su parte el desarrollador Gabriel Guzmán.
"No creo que el mail esté desapareciendo o vaya a desaparecer como herramienta laboral. Lo que pasa es que uno va teniendo diferentes opciones en función del tipo de comunicación. Cada una va encontrando su espacio y su momento. Y más que sustituirse, se complementan", reflexionó el analista de telecomunicaciones, Enrique Carrier.
"El envío o recepción de propuestas, presupuestos o temas legales se sigue haciendo vía mail también; aunque está más orientado al trabajo extra empresa. Igual, si uno se pone a pensar, hace 10 años los correos electrónicos no tenían validez legal alguna. Y hoy es plenamente así", agregó Aon.
Evolución
"En la empresa en la que trabajamos, todo lo que es comunicación para organizar el día se hace por Slack. Incluso, hay distintos canales dentro del espacio de la empresa; por lo que cada área tiene su propio espacio. Antes usábamos los mails. pero se hacían cadenas interminables y se perdía el hilo. Y en el WhatsApp tratamos de no bombardearnos. Pero tenemos grupos de trabajo también". De forma sintética, Florencia resume los canales alternativos que han surgido para complementar al correo electrónico.
Pero se tratan, justamente, de complementos. "Toda la comunicación oficial y lo que es corporativo se sigue haciendo vía mail, y con la cuenta de la empresa", concluye.
Para Carrier, todo está relacionado a la evolución y al surgimiento de nuevas tecnologías. "Cuando apareció el mail, fue algo maravilloso y todo pasaba por ahí. A partir de la aparición de las plataformas de mensajería instantánea -primero el Messenger y hoy WhatsApp, por ejemplo- todo se empezó a parecer más a un sistema telefónico en el que ya no tenías la necesidad de esperar a que la otra persona tenga que abrir el mail", aseguró el especialista.
"En el mail es más fácil buscar algo que se envió y que tiene que ver con algo que se haya acordado. En la mensajería instantánea, entre tantas cosas que uno charla; algunas cosas se pueden perder. Es cierto que interactuás más. Pero para ciertas cosas es necesario y la gente va a seguir prefiriendo el mail", concluyó Carrier.
Cuestión de tiempo
Si bien Aon coincide en que hay situaciones en las que el mail perdurará -en materia de comunicación corporativa-; tarde o temprano esas situaciones encontrarán su nido en otras herramientas. "La principal razón por la que se está abandonando el mail tiene que ver con el cambio. Para los jóvenes, el mail ya no existe. Es algo que surgió con internet e inmediatamente lo adaptaron las empresas. Luego, con Gmail hubo todo un cambio en la concepción de este medio, pero eso fue hace 10 años", sintetizó el referente de la consultora Snoop Consulting.
Para Aon, el mail cada vez está más vinculado con el spam (contenido basura o viral). "Más si se tiene en cuenta que mandar un mail es sencillo y es gratis. Lo cierto es que el marketing con el mail es poco efectivo actualmente", reflexionó Aon.
Entre las ventajas de los posibles "sucesores" del mail, el director de Consultoría de la firma destacó la existencia de canales a los que uno puede suscribirse según sus intereses, lo contrario al mail.