El previsible desenlace de la Convención Nacional de la UCR hizo que la actividad del Gobierno nacional se desarrollara ayer sin alteraciones respecto de la agenda prevista, aunque sobre el final de la jornada hubo alguna primera evaluación sobre sus implicancias para la relación con el principal socio del PRO de cara a las próximas elecciones.
Por la mañana, con un discurso de fuerte contenido electoral, el presidente Mauricio Macri encabezó la inauguración del Paseo del Bajo porteño, junto al jefe de gobierno local, Horacio Rodríguez Larreta, y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; y luego presidió la habitual reunión de gabinete de los lunes. Por la tarde cumplió con las reuniones programadas, una con la Mesa de las Carnes y otra con una empresa pesquera.
El seguimiento de lo que sucedía en Parque Norte no mereció un tratamiento particular, más allá de ocasionales contactos vía mensajes de texto que mantuvieron con varios dirigentes radicales el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Sobre el final de la tarde y cuando ya se conocían los términos de lo que aprobaría luego la asamblea radical, una fuente gubernamental anticipó a este diario una evaluación preliminar relacionada con la ampliación de Cambiemos y la institucionalización de la relación UCR-PRO-CC.
"Estamos de acuerdo en darle mayor institucionalidad a la alianza Cambiemos. Es necesario de cara a un próximo mandato. Y entendemos que esa discusión está centrada en la toma de decisiones y en la elaboración del plan de gobierno", dijo la fuente. Según su evaluación, la decisión radical de permanecer en Cambiemos, "potencia" a la coalición, del mismo modo que la semana pasada lo hizo el congreso de la Coalición Cívica de Elisa Carrió.
En cuanto a los temas electorales pendientes de resolver, la fuente sostuvo que la definición de la fórmula presidencial, como de las candidaturas, será tema de "discusión" durante lo que resta hasta el 22 de junio próximo, fecha límite para la oficialización de listas.
La fuente fue enfática en reafirmar que Macri será el candidato a partir de dos razones. Por un lado, "es inusual que el Presidente" tenga que convalidar su candidatura en unas PASO, dijo, en obvio rechazo a quienes dentro del radicalismo pedían una interna en la que arriesgaban podía llegar a participar el diputado radical porteño Martín Lousteau. Y, por otro, por la carencia que a juicio del Gobierno tiene el radicalismo: "No vemos hoy que se perfile un candidato competitivo consensuado por toda la UCR".
La negociación, en cambio, pasaría por acordar el compañero de fórmula de Macri, que sería un radical. "¿Por qué no?", se preguntó la misma fuente. Pero de entrada nomás descartó que el Gobierno pueda aceptar para candidato a vice a Lousteau: "No es confiable". Menos aún después de las declaraciones periodísticas que hizo ayer en Parque Norte: "Hace mucho que a la Argentina no le va bien. A los únicos Presidentes a los que les fue bien fue a los que recibieron un país en crisis", dijo, tras insistir en la definición de las candidaturas, incluso la presidencial, vía PASO.
Ya por la mañana, luego de la reunión de gabinete, la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, había ratificado la candidatura de Macri y dejado abierta la chance de que sea un no macrista quien lo acompañe.
"Nuestro candidato claramente es Mauricio Macri. Así lo ha dicho él y las personas que integran este espacio", dijo Stanley a periodistas en la Rosada. Y ante la pregunta de si el compañero de fórmula podría ser un radical, lo admitió en estos términos: "La fórmula está abierta. Lo dijo Marcos (por Marcos Peña, el jefe de Gabinete). Es algo no cerrado hasta el 22 de junio". La reconfirmación cobró particular importancia ayer por ser en simultáneo con el inicio de la convención radical y por provenir de una integrante del círculo político íntimo del Presidente Macri.