La semana pasada efectivos de Gendarmería Nacional y de la Policía de Santiago del Estero concluyeron la toma de más de 3 mil muestras de ADN en el marco de la investigación por el secuestro, violación y descuartizamiento del niño Mario Agustín Salto, cometido en 2016 en la localidad santiagueña de Quimilí.
El procedimiento, que se realizó entre una población de más de 20 mil habitantes, demandó más de 30 días y fue ordenado por la jueza Rosa Falco y la fiscal Olga Gay de Castellano, bajo la supervisión del Laboratorio de Genética de los Tribunales de Santiago del Estero, informaron fuentes policiales.
El objetivo es comparar con el patrón genético encontrado en el cuerpo y las ropas del niño de 11 años asesinado, en un caso aún sin resolver.
Por su parte, el abogado defensor de Miguel Ángel "El Brujo" Jiménez (58), imputado y detenido como "autor intelectual" del crimen, Hugo Frola, consideró que "no existen pruebas en contra del acusado" y cuestionó los procedimientos con perros adiestrados que derivaron en la detención de su cliente, quien tiempo atrás fue sometido a una compleja operación al corazón.
En un escrito, el letrado denunció que "fueron plantadas pruebas" para culpar a Jiménez en el asesinato del niño que cursaba el quinto grado del nivel primario.
En la misma causa también se encuentra detenida la esposa de "El Brujo", Arminda Lucrecia Díaz (57), docente y directora de una escuela de Quimilí, población rural ubicada 220 kilómetros al sureste de la capital santiagueña.
En la causa también permanecen detenidas otras cuatro personas: Rodolfo "Rody" Sequeira (45), acusado del secuestro del niño; Ramón "Burra" Rodríguez (59); David Tomás Sosa (23), quien inicialmente declaró como un testigo de identidad reservada, y Alfredo Daniel Albarracín (22).
En el caso de Rodríguez, sus abogados defensores solicitaron prisión domiciliaria por razones de salud.
Los investigadores sospechan que "El Brujo" Jiménez, quien era un asiduo participante en las marchas en reclamo de justicia por el crimen del niño y tenía directa relación con funcionarios, jueces y policías, planeó el crimen en el marco de un rito satánico.