El locutor que es la voz de la gente de campo

‘El Compadre’ Farías es el nexo y muchas veces la única comunicación de quienes viven en los lugares más recónditos de Malargüe. Todo gracias a su programa de radio AM.

El locutor que es la voz de la gente de campo
El locutor que es la voz de la gente de campo

El departamento de Malargüe tiene ciertas particularidades que lo diferencian de los demás, ya que no sólo es el más austral sino que tiene el territorio más extenso de la provincia.

Esta característica suele dificultar la comunicación ya que en pocos lugares de la zona rural hay señal de telefonía celular y es aquí donde la radio entra a jugar un papel vital. LV 19 Radio Malargüe es la única emisora AM del departamento sureño y llega a cada rincón con música, temas de interés, noticias y los ya clásicos comunicados.

“Un cogollo al pie del macizo andino” es el nombre del programa radial que se escucha por el 790 de lunes a sábados de 13 a 14.30 y es conducido por Ricardo Farías, más conocido como “El Compadre”.

Farías tiene una amplia trayectoria como locutor; ya lleva 44 años haciendo radio y fue LV 19 la que lo hizo dar sus primeros pasos en esta profesión. Cuando era joven admiraba al locutor de San Rafael Tito López y siente que en parte ha sido su espejo. Actualmente ocupa el puesto de Jefe del departamento artístico de promoción en LV 19

Radio Malargüe

Cuando era niño, Ricardo recuerda que animaba los cumpleaños y jugaba a ser locutor. Posteriormente tuvo la posibilidad de incorporarse al equipo de trabajo de la AM de Malargüe y no lo pensó dos veces. En ese entonces sus compañeros de trabajo le aportaron conocimientos y además le tendieron una mano. En un principio empezó como operador y luego pasó a trabajar como locutor.

"Gracias a Dios cuando empecé a trabajar tuve el apoyo de Enrique Verón, Cacho García, Gladys Rosa, Norma Sarmiento, Norma Lineros de Toñanes, y también de Héctor Lucero y Osvaldo Alonso quien era el director de la radio en ese momento", recordó Farías.

Previo al nacimiento de LV 19, la radio AM pertenecía al municipio. Posteriormente la dirección estuvo a cargo de la Marina y ya en 1983 pasó a pertenecer a la Presidencia de la Nación. Teniendo en cuenta que era el único medio que se podía escuchar en la zona rural, la radio emitía un programa llamado “Estafeta Malargüe” y el eje central era pasar comunicados. Años después se le cambió el nombre por “Servicio comunitario” y finalmente en 1986 Ricardo Farías le puso su impronta y el espacio radial pasó a llamarse “Un cogollo al pie del macizo andino”.

De forma progresiva el programa radial se fue afianzando y Farías comenzó a leer más comunicados, como así también su audiencia empezó a utilizar el espacio para mandar saludos. La selección de la música tomó un giro, porque se priorizaron las canciones cuyanas y además algunos artistas comenzaron a visitar los estudios de la emisora para compartir en vivo sus producciones.

Uno de los puntos que más destaca Ricardo es que, mediante su programa radial, los pobladores de la zona rural comenzaron a tener "voz". En este sentido explicó: "El campo cambió porque se le dio una voz que antes no tenía, por lo que el funcionario municipal se comenzó a preocupar un poco más".

Cabe mencionar además que en determinado momento del año, en noviembre por lo general, los crianceros trasladan a sus animales a la veranada en busca de mejores pasturas. Para llegar a la veranada, la cual se ubica cerca de la cordillera, deben recorrer cientos de kilómetros y una vez que el puestero llega a destino se queda en ese lugar por cinco meses. Allí, en el medio del campo, los crianceros escuchan religiosamente al “Compadre Farías”.

Sobre esta particularidad comentó: “Cuando llegan mensajes para los crianceros que están en la veranada se les da prioridad, porque ellos están esperando esos mensajes porque están lejos de la familia y mediante los comunicados saben si va a ir alguien a relevarlos, si la familia se encuentra bien. A veces van solos, por eso la radio es su compañía y ellos dicen: está el compadre Farías con nosotros”.

Al visitar con frecuencia la zona rural y al ser parte de las fiestas de los puesteros, Farías percibe el cariño de su gente y en este sentido resaltó: “Uno se siente como en casa, porque cuando voy al campo me saludan con un apretón de mano y ese apretón es sincero, del amigo del que lo aprecia, no por una cuestión de compromiso sino porque lo siente”, concluyó cuando preparaba ya su próximo programa.

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