En un partido discreto, Gimasia cayó ante Cipolletti, por la cuenta mínima. El tanto para el elenco local, lo marcó el delantero Daniel Opazo en el cuarto de hora de juego del complemento.
El Lobo llegó cargado de ilusiones hasta Río Negro porque venía hasta tierras patagónicas a llevarse un triunfo, que lo dejara en lo más alto de la tabla zona “B”. Por todo esto, al inicio de las acciones, que todo lo que había planeado el DT Alaniz se realizaría, porque con el tándem compuesto por Pablo Palacio Alvarenga e Ivan Agudiak, que brilló sobre todo en los primeros 45 minutos, puso contra las cuerdas a los centrales “Cipo”, Medina y seguel que en varios pasajes del primer tiempo no lograban hacer pie en el fondo local.
Los asistentes a la “Visera de Cemento” no se terminaban de acomodar, cuando Palacio Alvarenga se paseó como si estuviera en su casa y aprovechó un rebote desde atrás, pero cometió el error de demorarse, un segundo más y el tiro fue bien contendio por Matías Alasia, que jugaba un partido especial ante los mendocinos.
Un minuto más tarde, hizo su aparición Iván Agudiak, que disparó un bombazo de surda, pero el balón se estrelló en el travesaño.
Gimnasia dominaba, pero no sabía que hacer con la pelota. Es cierto que la cancha es más reducida y es de césped sintético y eso le jugó en contra a los mendocinos. Pero sobre todo en el complemento el local le sacó provecho de ello.
Luego del primer córner del partido y de Gimnasia, Germán Wiener diseñó una contra, que casi termina en gol de “Cipo”, pero Leguizamón y Marín estaban muy atentos y la jugada profunda terminó en el saque de arco de Exequiel Viola.
Después el partido entró en un pozo, donde ninguno de los dos pareció querer ganar el partido. Seguramente, más de algún plateista pensó que el empate le convenia tanto a Cipolletti como a Gimnasia, porque no había ganas de meter goles.
Cipolletti anduvo mejor con balón detenido, que con jugadas, por esta vía empezó a complicar al equipo de Darío Alanis. Asi es que en un tiro libre Carrasco hizo un cambio de frente y le dejó la pelota servida a Weiner, que lo encontró bien parado al arquero Viola.
En el segundo tiempo, Cipolleti fue otro equipo, el DT Henry Homann adelantó a sus muchachos y Carrasco, Avila y Opazo empezaron a gravitar más en el área del Lobo.
Tal vez fueron los peores minutos para el elenco mendocino, que tuvo que aguantar la presión y la defensa duró un cuarto de hora, porque justo en la media hora del juego vino la hecatombe mundial para el Blanquinegro Cuyano: Opazo apareció por la izquierda, se sacó de encima a dos marcadores visitantes, y el tiro fue al segundo palo. Inatajable para Viola. Gol y a otra cosa.
Matías Alaria como corolario para el cotejo, uso la frase futbolera: “El que metía el gol ganaba” y realmente sucedió. Si bien, Gimnasia no bajó los brazos, y terminó jugando en el área rival, tuvo más ganas que ideas para igualar un partido, que lo dejó sin el pan y la torta.
Dario Alaniz - DT de Gimnasia y Esgrima: "Dependemos de nosotros, hay que ganarle a Defensores"
“Tuvimos un par de posibilidades y no pudimos conretar, Cipolletti, tuvo una afuera del área y pudo convertir. Pero en términos generales el partido fue muy pobre. En el fútbol gana el que hace el gol, el que tiene más certeza y nosotros no lo tuvimos. Ahora dependemos de nosotros, hay que buscar el triunfo ante Defensores de Ramallo”.
“Cipolletti manejó mejor la pelota porque está acostumbrado a este tipo de cancha sintética y nosotros tuvimos algunas prácticas, pero ellos sacaron provecho de eso y es parte de la estrategia de cada uno. No fue justo el resultado, el empate era lo más justo”.