El resultado conseguido en San Francisco invita a soñar. Sin embargo, Darío Alaniz no se anima a lanzar pronóstico alguno: “Tenemos el 50 por ciento del boleto a la final.
Todavía quedan noventa minutos y hay que jugarlos”. Con esta declaración entrega algunas sensaciones que recorren la intimidad del plantel por estas horas: nadie debe relajarse ni pensar más allá de lo que pueda pasar mañana, desde las 21, en el Víctor Antonio Legrotaglie. Bajo esa premisa se entrena el Lobo, que tendrá variantes obligadas de cara al encuentro de vuelta.
A las ya conocidas ausencias de Yair Marín (expulsado) y Lucas Fernández (cinco amarillas), se sumó en las últimas horas Mateo Ramírez, quien sufrió ruptura parcial de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha en el juego disputado en Córdoba y quedó desafectado para el juego de mañana.
Ante este panorama, Diego López ingresará como lateral derecho por Fernández, Walter Poblete lo hará como marcador central en la zaga junto a Diego Mondino y Cristian Llama remplazaría a Ramírez, desplazando a “Pato” Cucchi al sector derecho del mediocampo.
Vale recordar que Neri Espinosa aún debe purgar una fecha de suspensión por su expulsión en el duelo de vuelta ante Deportivo Madryn.
Estas modificaciones quedarían confirmadas hoy, cuando el plantel vuelta a trabajar en el estadio mensana, donde habrá repaso de movimientos tácticos y fútbol en espacios reducidos.