El Lobo sufrió, pero al final terminó festejando el punto en su visita a Morón, tras igualar sin goles frente al Gallito.
Después de un buen arranque, Gimnasia debió mutar tras la expulsión en el primer tiempo de Gabriel Fernández para no volver a Mendoza con las manos vacías en la previa del clásico con Independiente.
El equipo del "Chaucha" Bianco empezó con todas las luces y en los primeros dos minutos tuvo situaciones para abrir el marcador.
Primero, el Pato Cucchi y luego Emmanuel García, quienes provocaron los primeros suspiros en el banco Mensana. Más con el remate del volante, que volvía a ser titular, que dio en el palo derecho.
Esas acciones de riesgo despertaron al local, que cuenta con un plantel rico en nombres, pero no ha sabido sacarle provecho. Con apellidos importantes, como el de Román Martínez, el juego se hizo más de ida y vuelta, con chances de gol en ambos arcos. Y allí se lució Tomás Marchiori al quedarse con el mano a mano ante Facundo Pumpido.
Sin embargo, todo cambió con una jugada que parecía intrascendente. Gabriel Fernández llegó con lo justo a disputar una pelota y terminó golpeando al rival. Hasta ahí todo normal, pero el árbitro, Luis Álvarez, no lo entendió así y para la sorpresa de todos le terminó expulsando al defensor blanquinegro.
Frente a esta situación el Lobo debió cambiar de esquema. Bianco entendió que no hacía falta un cambio y mandó a la cueva a Cortizo como central junto a Márquez. El volante lo hizo a la perfección. Esto también obligó a García a jugar solo en el medio.
En la parte final el panorama fue otro. Morón se adueñó de la pelota y fue con todo a buscar el gol. En ese contexto careció de ideas, pero se las ingenió para comprometer el punto que estaba rescatando el Lobo.
Por Marchiori y también por la falta de definición de los hombres locales, Gimnasia aguantó y se trajo a Men doza un gran punto y un resultado positivo.