La puntería le jugó una buena pasada a Maipú y por esta vía eliminó a Gimnasia, pasando a la siguiente fase.
En el primer tiempo Gimnasia fue un equipo efectivo en el principio y en el final. Porque tras el pitazo inicial fue el dueño del balón. La dupla Cristofanelli y Alfonso pisaron fuerte en el medio campo. Sin embargo, ese dominio se esfumó después del cuarto hora. Maipú reaccionó y fue amo y patrón de juego. Principalmente por el sector izquierdo donde dominó Juan Marital.
El Cruzado generó innumerables situaciones de peligro pero no pudo romper el cero del arco de Marchiori. Cuando se moría el primer tiempo, Gimnasia pisó el área Botellera y fue letal. Agustín Sanfilippo apostó por la jugada individual y sacó un zapatazo cruzado de izquierda a derecha. Astrada tapó el balón pero el rebote fue al corazón del área y Taborda la empujó debajo de los tres palos.
Con la ventaja en el marcador, el Lobo intentó manejar la pelota y salir rápido para aprovechar los espacios que podía dejar el dueño de casa.
Pero Maipú buscó desde el arranque y en una pelota parada encontró la igualdad. Delorte bajó un tiro por elevación al área, y Murcia no perdonó para dejar las cosas como al principio.
El conjunto de Sperdutti se quedó con diez jugadores- fue expulsado Coria- y se le hizo cuesta arriba, mientras ue al Lobo le costó llegar con claridad.
El final los encontró a ambos con un gran desgaste y la historia terminó en los penales. Y ahí el Cruzado fue más fino y se dio una alegría.