Flojísima noche para el Lobo, que sufrió otra vez (y van) la falta de contundencia y mostró problemas para el retroceso. Aunque tuvo algunos lapsos donde intentó asociar su juego desde los pies de Aguirre y Ramírez, las diagonales de Cortés y la velocidad de Berterame, el once mendocino falló en el área rival y se quedó con las manos vacías en un nuevo compromiso como local. Aguirre, desde los doce pasos, despilfarró la chance más clara, luego de una falta sobre Romano.
Gimnasia, sin poder sostener la intensidad, no tuvo la propiedad exclusiva del balón y los hinchas estallaron con el "movete Lobo, movete".
El Blanquinegro fue un cúmulo de malas decisiones y los lanzamientos cruzados a espaldas de los laterales casi no prosperaron. Mientras los de Pozo buscaron aún a costa de perder el orden, los dirigidos por Pepe Romero cerraron espacios hacia atrás e intentaron lastimar con los arranques electrizantes de sus carrileros.
En definitiva, un duelo donde las emociones llegaron en cuenta gotas y donde el Blanquinegro, aunque intentó hasta la última bola, se quedó masticando bronca por el quinto partido en fila sin poder ganar. ¿Seguirá Diego Pozo al frente del plantel? La dirigencia tiene la última palabra.
