Objetivo cumplido. El Lobo del Parque trepó a la punta. Mira a todos desde arriba junto a Juventud Unida Universitario de San Luis, su próximo rival. Y el simpatizante "Mensana" sueña despierto. Se ilusiona. Canta hasta quedarse ronco que "volverán" a la B Nacional. Motivos le sobran a pesar de que el torneo recién empieza.
Porque este equipo de Marcelo Fuentes, contra Huracán Las Heras, estuvo muy lejos de mostrar ese funcionamiento perfecto que tuvo contra Unión Aconquija donde lo doblegó y convirtió 5 goles. Pero, lejos.
Sin embargo, el jugador del Lobo mostró ese plus que tiene que tener todo jugador para lograr cosas importantes y quedar en la historia de los grandes: energía, coraje, corazón, actitud. No sobraron las galeras, el bastón ni el frac.
Había que ponerse la pilcha de faena. El overol. Y tras una barrida de Garay a a los pies de Alan Cristeff a los cinco minutos del complemento, el equipo se contagió. Jugó al límite. Tuvo errores. Habrá que mejorar y mucho.
Pero, con esa rebeldía será difícil quebrar a un Lobo que tiene sed de revancha. El Globito lo tuvo contra las cuerdas. Es más, durante gran parte del segundo tiempo fue superior a su rival, desde la posición territorial hasta la posesión del balón. Pero, respondió con creces Tomás Marchiori. La gran apuesta de Marcelo Fuentes. Una muralla.
Y en ese pasaje de la transición defensiva a posición de ataque, el Lobo del Parque es feroz. Te aniquila. Llega con con tres hombres mínimo a posición ofensiva. Tiene recursos, posee variantes y te termina lastimando.
Por eso, liquidó el partido. Contragolpe letal, apareció Matías Navarro por izquierda, dominó el balón, tiró un buscapié y apareció solo por el segundo palo, el paraguayo Pablo Palacios Alvarenga, jugador que sólo tuvo que empujar el balón e infló la red. Así juega este Lobo cuando no puede manejar los hilos del partido. Materia prima le sobra. Busca dominar al rival desde el primer minuto. Y lo hizo contra Huracán.
Porque fue superior al equipo de Esteban Fuertes en la primera mitad. Ganó en todos los sectores de la cancha. Se quedó con todas las pelotas divididas y le generó innumerables situaciones de peligro.
La apertura del marcador llegó a través de un penal que le cometió Nico Alí a Leandro Aguirre. Contacto hubo. Y Mastrángelo, que estaba atrás de la jugada no dudo en segundo. Con la ventaja a su favor, el Lobo siguió con la misma intensidad, la cual mermó, creció el Globo pero la actitud, el coraje del jugador del Lobo, sentenció la historia.
La figura: Tomás Marchiori (GyE)
El portero del Lobo fue clave en el triunfo. En el mejor momento de HLH, tapó tres pelotas fundamentales.