El Lobo de los milagros II: la reencarnación

En Villa Krause se filmó la segunda parte de esta película. Gimnasia y Esgrima rompió todos los pronósticos, venció a Unión, y continúa con vida en el certamen. Sin dudas, una de suspenso.

El Lobo de los milagros II: la reencarnación
El Lobo de los milagros II: la reencarnación

Nadie daba un peso. Ya muchos se frotaban las manos y le hacìan bullying al Lobo. Fue contra todo, movido por su propia vergüenza, a enfrentar a un Unión que lo esperaba muy confiado para darle la estocada final, el ultimo empujoncito al abismo.

Pero ese Lobo, herido en su orgullo, quizá subestimado, mostró su versión más feroz en los treinta minutos iniciales que fueron para ponerlos un marco. Claro, tuvo la complicidad de una inexplicable actitud especulativa del local que le facilitó los deberes al Mensana.

Pero volvió a padecer de esa incapacidad de cambiar por gol lo claro que genera. Tapó Lucero un mano a mano a Pereyra, Taborda lo tuvo dos veces (en la primera reventó el travesaño y luego definió ancho) y Pereyra la segunda que tuvo la cambió por gol.

Ya en desventaja, el Azul insinuó una leve reacción aunque insignificante. Gimnasia ya tenía en sus manos lo que habia ido a buscar y en el complemento salió a defenderlo con uñas (o garras mejor dicho) y dientes los tres puntos. Y en ese pulseada también fue mejor que el local.

Ya sabía que empataban Deportivo Maipú y Juventud Unida de San Luis, y Toti Arias mandaba a la cancha al Colo Montiveros y Pomba para sacar todo lo que cayera por arriba.

Todos agarraditos de las manos se acurrucaban bien cerquita de Alasia. Pero la verdad, que lo del Azul era paupérrimo e intrascendente.

Y así llegó el final sin festejo. Todavía no terminaba en calle Vergara ni en La Rioja. El Lobo, en la intimidad, sabía que había acallado las ácidas críticas, entendía que se había hecho gigante en rodeo ajeno y se demostraba a si mismo, principalmente, que se podía.

En el camarín, estallaría el festejo. El Lobo de los Milagros se había reencarnado.

Sergio Arias: "Ganar haciendo nuestro trabajo"

“Fue duro pero hoy estamos adentro y estamos contento por eso. Nosotros habíamos tenido muy buenos pasajes de fútbol y pecamos de ineficaces. Los primeros treinta minutos fueron muy buenos y luego lo supimos cerrar.

Eso es mérito de los jugadores. Manejamos los pasajes con mucha inteligencia y oficio para logar esta clasificaciones que es fruto del trabajo. Fuimos justos ganadores. Hacia mucho que Gimnasia no ganaba en esta cancha y tiene un sabor doble por la clasificación.

Estamos contentos por que se hizo el partido que se planteo en la semana. No podemos sufrir más como lo hicimos en esta instancia, esperando que el resto nos de una mano. Nosotros podemos ganar haciendo nuestro trabajo, sin depender del resto”.

Los visitantes estuvieron a la deriva

Un grupo de veinte dirigentes y allegados de Gimnasia y Esgrima fueron colocados a no más de diez metros de la platea local y sin custodia de ninguna clase. Cuando llegó el gol de Pereyra, también fue el tiempo de la hecatombe.

El festejo de los mendocinos despertó la ira de los locales y se precipitaron inmediatamente una lluvia de piedra y enfrentamientos con un par de efectivos que intentaron evitar, sin éxito, la agresión de los hinchas del Azul.

La Policía, sin lugar para reubicarlos, decidió sacar a los mendocinos  del estadio. Un papelón. Otro más.

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