Dormido y sin reacción Huracán entró a un partido donde Trinidad aprovechó la primera que tuvo con un Juárez lanzado en velocidad, se sacó a Olmedo de encima y definió cruzado. Golazo para dejar atonito a un Globo que no entendía nada.
A partir de ahí, Huracán intentó trabajar la zona media pero Marcelo Guajardo ahogó la circulación del equipo de Juan Pablo Videla.
Cabañas se movió sobre las espaldas de los volantes; con Peralta por izquierda y Salva por derecha no le dejó espacios a un Huracán que no contó con la creatividad e ideas necesarias para contrarrestar el buen planteo táctico del local. El Globito fue puras intenciones.
El Globo buscó por afuera con la velocidad de Matías Navarro, pero el León trinitense se abroqueló en el fondo y apostó a la contra. Trinidad dejó en claro que tenía el control del partido para entrar a un segundo tiempo jugando con la desesperación de un Huracán poco ofensivo.
En el complemento, el Globo le pagó con la misma moneda. Tinidad entró relajado y al minuto Gabriel Moyano, de tiro libre, igualó el partido. A partir de ahí, y con viento a favor, el Globo apretó las marcas en la mitad de la cancha, Trinidad perdió movilidad y circulación y fue el momento en el que todo se equilibró.
Huracán fue mas compacto entre las líneas, controlo el juego y apostó a la contra. Ante esto, el técnico del elenco sanjuanino se la jugó con los cambios: sacó un defensor, Garay, y entró el Tanque Ríos para trabajar dentro del area visitante, pero no le dio resultado. Los cambios de Videla terminaron por ahogar las inteniones de Trinidad, que se repitió con pelotazos.
Sin embargo, cuando el partido se moría, tras una acumulación de errores defensivos, Mayer le hizo falta a Juárez y Monzón sancionó correctamente el penal que Guarjardo cambió por el gol de una derrota que complica a Huracán.
