Central de vocación, lateral en formación durante el Mundial, Benedikt Höwedes se convirtió en una de las piezas más estables de la maquinaria alemana. El domingo concluirá un gran torneo con su mayor desafío: anular a Lionel Messi en la final con Argentina.
“Lo que está pasando es una locura, también para mí”, comentó el defensor del Schalke sobre Alemania, que llegó a la ansiada final en el Maracaná de Río de Janeiro con una histórica goleada por 7-1 a Brasil en semifinales. “Pero si estamos ahí, es porque no estuvimos tan mal, tampoco yo”.
La prueba de que Höwedes “no estuvo tan mal” es que fue uno de los tres jugadores que disputaron los 570 minutos jugados hasta ahora por Alemania en el Mundial, junto al arquero Manuel Neuer y al capitán Philipp Lahm. Y lo más sorprendente: el defensor de 26 años fue en realidad una solución inesperada para Joachim Löw.
El entrenador alemán llegó al Mundial con un problema en la banda izquierda y muchas pruebas que no terminaban de convencerlo. La idea de colocar en esa posición a Höwedes, central en el Schalke, pareció una improvisación en el debut ante Portugal. Pero desde entonces el defensor jugó ya seis partidos en su nuevo puesto.
“Me hizo falta un poco de tiempo para acostumbrarme a la posición”, admitió. “Juego en un lugar para el que no me formé. Pero a pesar de eso creo que estoy ayudando al equipo con mi presencia en defensa”.
El domingo en el estadio Maracaná de Río de Janeiro tendrá la oportunidad de conquistar la cuarta Copa del Mundo para Alemania, y parte del éxito o el fracaso dependerá de él: en su posición será uno de los responsables de acorralar a Messi.
El defensor de 1,87 metros -28 centímetros más que el argentino- destaca sin embargo que el funcionamiento será la clave para frenar al astro del Barcelona, como ya ocurrió en el debut con el portugués Cristiano Ronaldo. “Así lograremos que un jugador de esa calidad no salga victorioso. Yo intentaré dar mi aporte”.
Guido Buchwald, el defensor que anuló a Diego Maradona en la final de 1990, cree tener la clave sobre cómo frenar a Messi. “Hay que intentar quitarle las ganas de jugar dándole poco contacto con el balón”, dijo a DPA el campeón mundial.
Höwedes viene demostrando en el Mundial sus mejores virtudes. Es robusto, lucha fuerte en los balones divididos, tiene una gran movilidad y contribuye al poderío alemán en altura tanto en el área propia como en la rival.
El azaroso camino a la posición en la que está brillando se abrió cuando Lahm dejó su puesto cubriendo la banda izquierda y Löw comenzó una larga e infructuosa búsqueda para reemplazarlo. "No puedo tallar una escultura de un lateral izquierdo para que juegue", dijo el técnico frustrado en octubre de 2012.
La frase formó parte de una discusión con Marcel Schmelzer, del Borussia Dortmund, al que Löw tachó de la lista en la previa al Mundial. Antes, el técnico ya había probado en la izquierda a Marcell Jansen, del Hamburgo, luego ensayó el puesto también sin éxito Eric Durm, también del Dortmund.
La opción Höwedes terminó de cuajar en el Mundial. También gracias a un esquema en el que Löw exige poca proyección ofensiva a sus laterales y les pide sobre todo una cosa: defender. "Entre mis tareas no está usar mi poderosa pezuña izquierda para lanzar centros magníficos al área", bromeó.
Su tarea es impedir que los delanteros rivales se acerquen al arco de Manuel Neuer. El domingo tendrá enfrente a uno de los mejores de la historia en el partido más importante de su vida.
