El lago cortó las redes

El conjunto de Bisole se consagró campeón invicto del cuadrangular organizado por Banco Mendoza, al derrotar a Macabi por 83-74.

El lago cortó las redes

Un cuadrangular de lujo. Con el corazón en la mano. Con los ojos llenos de lágrimas. Pero con una pasión que hizo vivir tres jornadas inolvidables.

El estadio de la Universidad Popular, el emblemático De Paolis, se vistió de gala, para cambiar su nombre y recibir de pie su nueva identidad: Dr. Francisco Reig, un tipo que hizo de su humildad su mayor virtud. Don Francisco. Un hombre noble que dejó su huella en cada paso, en cada palabra.

Un docente. En una excelente iniciativa, el Club Banco Mendoza decidió homenajear al Dr. Francisco Reig, quien falleció el año pasado, papá de Nicolás, del entrenador de Banco Mendoza “B”, Nicolás, último campeón del Clausura A3. Don Francisco, hombre que nació y se crió en la cuarta sección, abogado y docente, autor de dos libros, presidente de la Federación de Básquetbol y galardonado por la CTERA con el premio en el 2012 como el “Maestro de la Vida”. Banco Mendoza, Obras, Regatas y Macabi le rindieron un homenaje.

Fue un cuadrangular que consagró campeón al equipo del Lago. El conjunto del Bicho Bisole derrotó en la último fecha a Macabi por 83-74. Estos encuentros sirvieron para mostrar las nuevas incorporaciones, entre las que se destacan la vuelta de Farid Carra al Lago y la llegada de Jeremías Bustos, Rodrigo González y Sergio Rosales.

Por su parte, Macabi mostró la vuelta de su hijo pródigo, Andy Berman, Adrián Lijteroff, Maxi Leyton y Heber Sierra. Sin dudas, la gran atracción fue la presencia de Antonhy Joseph, quien convirtió 40, 37 y 28 puntos respectivamente para el equipo de Chacras. El primer norteamericano en la historia de Banco Mendoza. Un lujo. Tres jornadas inolvidables que, de alguna manera, sirvieron como el salto inicial a la actividad del básquetbol mendocino en esta temporada.

Un maestro de la vida

Se escucha retumbar el pique de una pelota de básquetbol sobre baldosas rojas. Un tinglado y dos aros de básquet. Unos metros hacia el sur, existen dos piletas. No se usan. Pero en un momento, cuando estaban llenas de agua, nos robaban sonrisas a diario a los amigos de Nicolás. Ese niño y personaje que conocimos en el club. Esas mismas muestras de alegrías, hoy bajan desde el cielo. Es ‘Don Francisco’.

Está descansando. Merecido. Un hombre que luchó toda su vida. Pero, ahora, disfruta. No está solo. Existe una pantalla de un televisor antiguo de pantalla plana. Nada de HD curve, más de 50 pulgadas. Un TV de los pesados. Arriba del aparato, una videograbadora. Ni imaginar la posibilidad de un DVD. En la pantalla se reproduce durante días y horas, películas de Cantinflas. Sus preferidas. Pero lo más lindo, es que está en sus brazos y la tiene a “upa” a su flor más bella. La más linda de todas. Su hija Lili.

‘Don Francisco’ merecía este momento. Disfrutar de su hija. La vida le puso un obstáculo demasiado duro. Dios quiso que la estrella más hermosa del cielo fuera su hija. Hoy la disfruta y la mima como nadie. Por esta razón, y por muchas más, ‘Don Francisco’ merecía un homenaje como el que se le hizo hace pocos días. Y qué mejor que más de 40 jugadores de básquetbol (su deporte favorito) se reunieran en su querido De Paolis. Fueron tres jornadas inolvidables. A puro básquet. Su hijo Nicolás. Un personaje en todo sentido. Estuvo en todos los detalles. Si hasta Andy Berman y Lucas Ilgevichus, fueron reconocidos por su trayectoria. Esos detalles son made in Francisco.

Repito: un tipo que, de su humildad, carisma, simpatía y docencia, hizo su mayor virtud. Una persona intachable.

El cuadrangular fue un éxito. Aplausos para los clubes y los jugadores de Mendoza de Regatas, Banco Mendoza, Israelita Macabi y Club Obras Mendoza. ‘Don Francisco’ está feliz. Motivos le sobran. Construyó una hermosa familia junto a su mujer Liliana y las palabras amistad y respeto fueron sus valores predominantes.

Descanse Francisco. Nosotros desde acá abajo, lo extrañamos, créame. Lo extrañamos y mucho. Pero llegó el momento de jugar y mimar a su hija Liliana. Si usted está feliz allá arriba, a nosotros nos robará una sonrisa, como lo hacía Cantinflas con usted. Abrazo eterno.Gustavo Villarroel - gvillarroel@losandes.com.ar

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