Sus proezas dentro de una cancha de básquet llevaron a Kobe Bryant a convertirse en una de las máximas figuras de la historia del deporte. Su repentina muerte en un accidente durante un vuelo de helicóptero conmocionó al mundo entero y agigantó aún más su admirada figura.
Su brillante carrera deportiva en Los Angeles Lakers tuvo una sola mancha. Y en la temporada 2006/2007 decidió empezar de nuevo cambiando hasta el número de su camiseta. Ese año "la mamba" pasó de utilizar la 8 que lo acompañó desde su debut a vestir el 24 que lo acompañaría hasta el día de su retiro en 2016.
¿Qué fue lo que pasó? Esa temporada, Kobe buscaba dejar atrás el episodio más oscuro de su pasado: una acusación por violación.
Todo se remonta a junio de 2003 en Eagle, Colorado, una ciudad de 7.000 habitantes donde Bryant se alojó en el Lodge & Spa. Allí conoció a una joven empleada de 19 años de la que abusó sexualmente.
El jugador llegó al pueblo para hacer reposo luego de haber sido operado de la rodilla. Conforme a la declaración de ambos, Kobe le pidió a la chica que le mostrara las instalaciones del hotel, la invitó a su habitación y allí se besaron. Hasta allí todo consensuado. Las versiones difieren en lo que pasó luego. La mujer declaró a la Policía que Bryant la agarró del cuello y abusó sexualmente de ella. "Le pedí que me dejara en paz y sé que me escuchaba porque cada vez que le decía que parase, me apretaba más fuerte", sostuvo.
En cambio, el máximo ídolo de los Lakers dijo que lo que pasó fue bien diferente. Según su declaración no habían mantenido relaciones secuales, hasta que los policías le dijeron que habían extraído restos de ADN suyo en el interior de la joven, quien además presentaba heridas compatibles con un abuso sexual.
Entonces se produjo su confesión: tuvieron relaciones sexuales pese a que "ella dijo no". La chica repitió tres veces que no quería acostarse con él y él era consciente de eso.
Tras conocerse la violación sus principales sponsors le quitaron su patrocinio. Su matrimonio quedó en jaque y un diamante de cuatro millones de dólares fue la única forma de que su mujer, Vanessa, le perdonase la infidelidad.
La recuperación de su imagen comenzó con una disculpa pública a la víctima: "Creí que los dos estábamos de acuerdo, ahora entiendo que ella no quería que aquello pasara y que no lo ve como yo. Tras meses de escuchar a su abogado y su testimonio, entiendo cómo le ha afectado".
Luego, el juicio en el que se acusaba a Bryant por violación fue suspendido una semana antes de comenzar. La víctima confirmó que no iba a testificar y solicitó una disculpa de Bryant ante la corte para retirar los cargos penales. Además acordó con los abogados del jugador para no utilizar su disculpa en el juicio civil.
"Me gustaría disculparme directamente con la mujer envuelta en este incidente. Siento mucho mi comportamiento aquella noche y todas las consecuencias que ha tenido que sufrir desde entonces. También quiero dejar claro que no cuestiono su motivación para denunciar", dijo el jugador. Las consecuencias a las que hacía referencia "la mamba" eran las repercusiones que tuvo el caso en la prensa norteamericana, donde la víctima fue muy cuestionada, acusada de racista y cazafortunas.
La causa concluyó en marzo de 2005, cuando Bryant y la víctima llegaron a un acuerdo confidencial, con una compensación económica que como máximo alcanzó los dos millones y medio de dólares, como recoge la ley de Colorado.
Para julio de 2005 todo ya había sido olvidado y la misma marca deportiva que le había cancelado el contrato por el escándalo lanzaba su nueva campaña publicitaria con “la mamba” como su máxima figura.
