El inicio de la Marcha Federal "contra los tarifazos, los despidos y el ajuste" estuvo marcado, en su caravana desde el oeste argentino, por la militancia kirchnerista.
Fueron unas 500 las personas que se reunieron en el Cerro de la Gloria para despedir a una docena de micros en el que viajan militantes de Mendoza, San Juan y San Luis.
Liderados por el secretario general de la CTA de los argentinos, Hugo Yasky, la partida mendocina coincidió con la de otros puntos del país, como Jujuy, Formosa, Misiones y Chubut. Todas las caravanas confluirán mañana en Plaza de Mayo, en una marcha que busca emular a la de 1994 contra Menem.
Esta vez está organizada por la CTA de los argentinos, la CTA autónoma (de Pablo Micheli) y tiene la adhesión de La Bancaria de Sergio Palazzo y de los Camioneros de Pablo Moyano.
En el caso local, el acto fue una larga arenga contra el gobierno de Macri, contra sus “políticas de ajuste”, pero también con el deseo de “volver” a gobernar el país.
De hecho, uno de los 15 oradores no dudó en asegurar que “los últimos doce años fueron los mejores” de su vida, en alusión a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
Entre los asistentes, además de Yasky, hubo referentes K nacionales, como el titular de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, y locales, como Gustavo Maure (Kolina), o Gustavo Correas (CTA de Mendoza), Luis Böhm (Movimiento Evita) y el ex funcionario de Francisco Pérez, Andrés Cazabán.
También adhirieron referentes del sector "Peronismo para la Victoria", como Anabel Fernández Sagasti y Guillermo Carmona.
El objetivo de la marcha, según sus protagonistas, es fortalecer al movimiento sindical frente al Gobierno. Lo dijo Yasky en varios pasajes de su discurso. “Hay que buscar la unidad y fortalecer al movimiento obrero”, resaltó. “Esto debe generar un gran paro nacional”, añadió, en claro mensaje a la CGT unificada hace pocos días.
Sin embargo la coyuntura local e internacional también alimentó los discursos. Como la aprobación de las reformas al Convenio Colectivo de Trabajo del Casino en la Legislatura, donde los insultos no sólo se los llevó el gobernador Alfredo Cornejo, sino también el peronismo “cómplice”.
También la destitución de Dilma Rousseff. “El enemigo nos acecha y avanza sobre América Latina”, se dijo.