El mismo día en el que la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la presidenta Cristina Kirchner terminó su periplo judicial y fue archivada por la Cámara Federal de Casación Penal, el kirchnerismo aprobó en la Comisión de Juicio Político de Diputados una investigación sobre la salud psicofísica del juez más longevo de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Fayt (97).
Para ello, el oficialismo dispuso una serie de medidas de prueba que incluyen las citaciones de los funcionarios judiciales que trabajan con el magistrado y las pericias caligráficas de las firmas que Fayt rubricó en los expedientes y resoluciones del Máximo Tribunal en los últimos dos años y medio.
Como si esto fuera poco, la misma comisión, controlada por el Frente para la Victoria (FpV), rechazó “in límine” los pedidos de enjuiciamiento que la oposición realizó contra la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, por la designación “irregular” de fiscales y por la protección de subordinados involucrados en causas judiciales; el canciller Héctor Timerman, por impulsar el polémico acuerdo con Irán en torno a la causa AMIA, y el vicepresidente Amado Boudou, por estar procesado por corrupción en múltiples expedientes judiciales.
Durante casi dos horas y media, los diputados que integran la Comisión de Juicio Político debatieron en primer lugar el pedido solicitado el año pasado por el ex senador Aníbal Fernández (actual Jefe de Gabinete) para que el cuerpo abra una investigación sobre la salud de Fayt.
La titular de la comisión, la diputada de La Cámpora Anabel Fernández Sagasti, leyó un largo informe redactado por el oficialismo para aprobar el inicio de la investigación que tendrá al veterano magistrado bajo la lupa.
“Resulta razonable y prudente establecer si el doctor Carlos Fayt está inmerso en alguno de los causales de mal desempeño de sus funciones”, postuló la mendocina y aclaró que el mal desempeño podría darse en caso de una inhabilidad física de un funcionario.
Fernández Sagasti solicitó una serie de medidas de pruebas, entre ellas material periodístico de diferentes medios y la citación como testigos del personal judicial que trabaja con Fayt en la Corte. En la “bolsa” cayeron desde los secretarios generales y legales de la cúpula del Poder Judicial, los secretarios letrados del despacho de Fayt, sus colaboradores privados, y hasta su chofer personal.
Todos ellos deberán explicarle a los legisladores si el magistrado puede hacer o no su trabajo. Además, el FpV pidió pericias caligráficas sobre todo lo que Fayt haya firmado desde 2013 a la fecha. Sin embargo, el oficialismo no pidió por ahora una pericia médica sobre el juez ni decidió citarlo a la Comisión, algo que estuvo en la mente de algunos legisladores ultra-kirchneristas.
La oposición, en tanto, salió en bloque en defensa de Fayt. El macrista Pablo Tonelli marcó que como el oficialismo no presentó un pedido formal de enjuiciamiento, la Comisión de Juicio Político no puede iniciar ninguna investigación como la que ayer votó el FpV. “La única imputación que se le está haciendo es la de ser viejo y eso no es una de las causales previstas por la Constitución para un Jury”, explicó.
Desde el GEN, Margarita Stolbizer, coincidió: “Para el kirchnerismo hay viejitos buenos, como Carlos Menem, a quien apoyan para que gobierne una provincia, y hay viejitos malos”. El radical Manuel Garrido se sumó a esta argumentación y concluyó que la avanzada K sobre Fayt por su avanzada edad “es discriminatoria” y “altamente estigmatizante”.
El jefe de la bancada de la UCR, Mario Negri, aportó por su parte una perlita que descolocó al oficialismo: el pedido de Aníbal Fernández realizo en noviembre de 2014 está vencido porque pertenece al anterior año parlamentario. “Estamos discutiendo en abstracto, esto no tiene ninguna validez”, dijo.
“Está claro que no les importaba antes la edad de Fayt, cuando tenía 95 o 96 años. Les interesa ahora porque quieren que renuncie para realizar el último asalto a la Justicia antes de irse del poder”, denunció.
Luego de que la oposición y el oficialismo se expresara, la camporista Fernández Sagasti decidió finalmente poner en consideración el informe por ella leído por el que se abrió la investigación sobre la salud de Fayt. Los 17 votos del kirchnerismo se impusieron a un arco no K que se dio el lujo de tener ausentes.
Por otro lado, la presidenta de la Comisión no le aceptó a Elisa Carrió, quien pasó diez minutos por la reunión, su dictamen favorable a Fayt, lo que generó una polémica con la legisladora opositora.
“No sólo se trata de un golpe institucional al Poder Judicial y a la Corte Suprema sino también de la grave afectación política de la representación en la Cámara de Diputados”, afirmó Carrió y dijo que presentará una denuncia por golpe institucional y violación al principio de la forma republicana de gobierno.
La misma situación se vivió cuando Tonelli (Pro), la juecista Graciela Villata y los diputados radicales quisieron presentar sus dictámenes en contra la procuradora Gils Carbó, a quienes acusaron de estar alineada verticalmente con el Gobierno. También se toparon con la negativa del oficialismo.
“Yo igual voy a presentar mi dictamen, si no le gusta, rechácemelo por escrito”, le dijo Villata a Fernández Sagasti, pero la camporista se mostró firme en su estrategia de que no haya dictámenes para que luego no puedan ser llevados al recinto y todo quede en los informes aprobados por el FpV ayer.
Esto provocó que la oposición dejara el salón de reuniones y que el kirchnerismo quedara a solas aprobando los rechazo “in límine” de los pedidos de juicio político que pesaban sobre Gils Carbó, Timerman y Boudou.