Esta primavera verano tiene un básico que viene con los aires del oriente: el kimono. Lejos de la estricta idea que nos hemos hecho de esta prenda, sumamente trabajada y con paños sobrepuestos, el kimono es en realidad un concepto muy simple: una chaqueta, vestido (incluso pantalones) que tiene como base la geometría simple en los cortes, los estampados típicos japoneses y las telas pintadas, bordadas o de exquisita caída y textura.
Los diseñadores, durante esta temporada, aportan diversas variantes del kimono para que cada mujer pueda disfrutar de la practicidad de esta prenda según su propio estilo. El denominador común, en todos los casos es que la idea de este típico atuendo japonés se adapta a los cortes modernos y las camisas abiertas, para acompañar equipos variados.
Yamila Pica, asesora de imagen y estilo (directora de Plushlamour Centro Líder de Imagen y Estilo de América Latina) aporta algunas sugerencias y variantes que podés incorporar a tu look veraniego para estar en sintonía y adoptar la tendencia.
"Las variantes van desde las prendas hasta los tobillos y anchas hasta cortas o más entalladas. La gran ventaja es que se trata de una opción cómoda, versátil y que se adapta al cuerpo de cada mujer", dice Pica.
"Los modelos largos, reservados para las más altas y estilizadas, sirven como abrigo para las tardes o noches de verano -continúa la especialista-. También pueden complementar un equipo de noche en blanco o negro o para reuniones de trabajo. Los cortos, en cambio, quedan bien en todas las figuras.
Son ideales para usar como blusas, combinados con pantalones o faldas. Con un poco de ingenio, además, pueden incorporarse al guardarropas para disimular caderas anchas y los brazos menos tonificados. O, si tenés el cuerpo híper entrenado, para suavizar las líneas de los músculos y lograr un estilo más femenino".
Los estampados son variadísimos, todos inspirados en aires orientales. Pero los encontrarás con motivos de flores, aves, rayas e incluso lisos (en estos casos las texturas como el broderie o el hilo con exquisitas opciones). "Una regla para elegirlos: los dibujos más llamativos están recomendados para cuerpos grandes", dice Pica.
Si algo tiene el kimono de fantástico es la versatilidad que ofrece a la hora de las combinaciones. Para el día van perfecto con jeans, shorts, calzas, faldas lápiz o musculosas (en el caso de los pantalones). También los hay como minivestidos de noche o monos. Si querés optar por ellos para los días de oficina, basta con que recurras a los modelos a las caderas y en colores oscuros para reemplazar al blazer clásico.
"Un dato extra: siempre llevarlos abiertos, sin lazos ni cinturones", aconseja Yamila.