"Podemos hacer algunos esfuerzos, pero bajo ningún punto de vista poner en riego el nivel de actividad que hay en Jujuy", advirtió el gobernador Gerardo Morales sobre el pedido del gobierno nacional para que las provincias afronten la mitad de los 300.000 millones de pesos del ajuste.
Morales rompió el silencio luego de la cena que mantuvo con el presidente, Mauricio Macri, junto a sus pares de Mendoza, Alfredo Cornejo, y de Corrientes, Gustavo Valdés.
En la cumbre, que se desarrolló el martes en la Quinta de Olivos, el Presidente analizó con sus aliados radicales las alternativas para bajar el déficit fiscal primario al 1,3 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) en 2019.
Pero el pedido del gobierno nacional tomó forma al día siguiente y la misión quedó en manos del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien les comunicó a los ministros que el ajuste será aún mayor. Incluso para los gobernadores aliados al gobierno nacional fue un trago difícil de digerir.
“El tema es que no nos caiga la obra pública. Vamos a hacer todos los esfuerzos en la medida que no pongan en riesgo el nivel de actividad. Yo no voy a parar obras públicas, voy a hacer todo lo necesario para mantener el nivel de actividad en ese punto”, dijo.
El mandatario jujeño reconoció que la misión para reducir el déficit y cumplir con los compromisos asumidos con el FMI para acceder a un crédito de hasta 50.000 millones de dólares demandará un "debate federal".
"Lo que viene es ese debate para definir el Presupuesto. Va a haber una tensión en términos de competencias de Nación y de provincias, de transferencias de competencias", vaticinó.
Y esa discusión ya comenzó a tomar forma, sobre todo con los reclamos que impulsan los gobernadores opositores, para que el gobierno nacional debe de transferir gastos a los distritos administrados por María Eugenia Vidal y por Horacio Rodríguez Larreta, dos de los principales pilares dentro del Pro.
“Nación, provincia y también los municipios tenemos que hacer un gran esfuerzo para que no caiga la obra pública, porque es un error ajustar con recesión”, insistió Morales luego de advertir que aplicar mayores ajustes presupuestarios “es muy difícil”.
El gobernador jujeño también manifestó su desilusión por la marcha de la economía al advertir que "no cubre las expectativas" que él tenía cuando arrancó el gobierno de Macri, en diciembre de 2015.
"Desde mi punto de vista (Federico) Sturzenegger se tendría que haber ido mucho antes. Ese cambio seguramente se tendría que haber dado en diciembre y ordenar un poco esta situación", planteó.
Inmediatamente, Morales también alertó sobre el impacto en la marcha de la economía que tienen las internas en Cambiemos, como las que se registraron en los últimos días con los cruces entre Elisa Carrió y la cúpula radical.
“El problema de la economía muchas veces, y en este caso también, pasa por la política. Y cuando se ve un gobierno débil, entonces los actores de la economía aprovechan y sacan ventaja. Me parece que hay que tener cuidado con seguir debilitando a Cambiemos y seguir generando ruido político en el marco de una situación económica muy delicada, que la termina pagando la gente”, evaluó el jujeño.