El astro argentino del FC Barcelona, Lionel Messi, y su padre Jorge Horacio serán juzgados en Barcelona por presunto fraude fiscal del 31 de mayo al 3 de junio, justo cuando empieza la edición centenario de la Copa América.
Investigado por tres delitos de fraude fiscal desde 2013, el delantero argentino, reciente ganador de su quinto Balón de Oro, supo en octubre que tanto él como su padre deberían sentarse en el banquillo de los acusados pero hasta este miércoles no se concretó la fecha.
El proceso no afectará a su temporada con el FC Barcelona, que ya habrá terminado, pero puede comprometer su preparación con la selección de Argentina para la edición especial del centenario de la Copa América, que se disputará del 3 al 26 de junio en Estados Unidos.
La selección albiceleste, capitaneada por Leo Messi, comenzará la competición el 6 de junio en San Francisco, sólo tres días después de que termine el juicio contra el astro azulgrana.
- Juicio controvertido -
Los Messi deberán responder por tres delitos de fraude fiscal de un total de 4,16 millones de euros (4,54 millones de dólares) correspondientes a derechos de imagen entre 2007 y 2009 que habrían sido ingresados a través de empresas pantalla en Belice y Uruguay, considerados paraísos fiscales en esa época.
Al principio ambos desmintieron las acusaciones y en su declaración ante el juez en septiembre de 2013 culparon a un exasesor de la familia. Pero después Jorge Horacio Messi asumió la responsabilidad de los hechos, desvinculando a su hijo y pidiendo el archivo de la causa contra él.
El envío al banquillo de Messi estuvo envuelto por la polémica debido a los diferentes criterios de las dos partes acusadoras, la fiscalía y el abogado del Estado, que defiende los intereses de la administración de Hacienda supuestamente defraudada.
La fiscalía se mostró partidaria del sobreseimiento del futbolista, que alegó desconocer la gestión de su fortuna, y centrar el caso en su padre, Jorge Horacio, para quien pedía 18 meses de prisión y una multa equivalente a la mitad de la cuantía defraudada.
En cambio, el abogado del Estado, a quien apoyó el juez instructor, pidió proseguir la causa contra ambos acusados para quienes reclamó 22 meses y medio de cárcel y una multa equivalente a la cuantía defraudada.
"Existen indicios racionales de criminalidad respecto de ambos acusados", argumentó el juez instructor en su auto de octubre, en el que decretaba la apertura del juicio contra los dos acusados.
Aunque sean finalmente condenados, difícilmente acabarán entre rejas dado que la legislación española permite perdonar las penas de prisión inferiores a dos años cuando el condenado no tiene antecedentes penales, como es el caso.
Además, el hecho de que los Messi abonaran voluntariamente la cantidad supuestamente defraudada, puede actuar como atenuante a la hora de tomar una decisión final.
Problemas también para Mascherano y Neymar
La noticia le llega a Messi poco después de librarse de otra investigación de presunto fraude fiscal, en este caso relacionado con la organización de varios partidos benéficos en América en 2012 y 2013.
En diciembre, la jueza de Barcelona encargada de esta causa decidió archivarla al entender que el futbolista no había obtenido ningún beneficio de varios partidos amistosos denominados como "amigos de Messi" que se disputaron en México, Colombia, Estados Unidos y Perú.
El argentino, considerado por la revista Forbes el cuatro deportista más rico del mundo con unos ingresos anuales de 73,8 millones de dólares en 2015, no es el único futbolista del Barcelona con problemas judiciales.
Su compatriota Javier Mascherano también se vio envuelto en un caso similar por un fraude de 1,5 millones de euros procedentes de sus derechos de imagen.
Tras reconocer los hechos ante el juez, el central llegó a un acuerdo con la fiscalía para aceptar una multa de 816.000 euros y un año de prisión, que no se aplicará.
También el brasileño Neymar deberá declarar el 2 de febrero ante un juez en Madrid que lo investiga a él y sus padres por un presunto delito de estafa y corrupción entre particulares durante su turbio fichaje por el Barcelona en el verano de 2013.